La crisis de la pandemia afectó a muchas pequeñas y medianas empresas, que buscaron acuerdos estratégicos con otros comercios para evitar salir del mercado.
Se observa un incremento en las operaciones de fusión y adquisición en las pymes durante los últimos meses, dijo a Gestión Walter Aguirre, de Aguirre Abogados & Asesores.
Destacó que esta integración de empresas ofrece acceso a nuevo capital de trabajo y mayores créditos comerciales, así como una mejor disponibilidad de los recursos.
El objetivo de estas operaciones es reestructurar el accionariado y reducir costos de producción y administrativos de las empresas, para superar el mal momento que atraviesan por la pandemia e ingresar a nuevos negocios, expresó.
De acuerdo con el estudio, esta concentración empresarial acontece en sectores más golpeados como servicios.
Por el contrario, segmentos como consumo, salud y tecnología no requieren de fusiones para consolidar su participación en el mercado, refirió.
Aguirre sostuvo que estas reorganizaciones societarias también generan un ahorro fiscal para la pyme.
Al fusionarse, la transferencia de activos se da sin el costo del Impuesto a la Renta (IR) ni del Impuesto General a las Ventas (IGV), por lo que se anula el efecto tributario de la operación, detalló.
Freno
Si bien los anuncios en el diario oficial sobre fusiones de empresas aumentaron, podrían sufrir cierto freno en los siguientes meses, sostuvo.
Tras los resultados electorales del último fin de semana, los empresarios optarían por esperar un poco antes de concretar una operación, manifestó.
Según Aguirre, estas transacciones se caracterizan por un proceso largo, que incluso puede superar los 50 días para reunir los requisitos solicitados.
Implican también desprenderse del manejo total de la empresa, que pasa a ser administrada por un nuevo grupo, aseveró.
“Por eso, una vez iniciada la fusión de dos pymes es muy difícil que alguna se eche para atrás”, acotó.