Las negociaciones de alto nivel entre el Congreso y la Casa Blanca se tambaleaban el domingo por un paquete de rescate económico de casi US$ 2 billones, mientras la crisis por el coronavirus se profundiza, la nación entra en una parálisis y por primera vez un senador federal es diagnosticado con Covid-19.
Mientras el presidente Donald Trump subía al podio de la sala de prensa de la Casa Blanca y prometía ayudar a los estadounidenses que se sienten asustados y aislados conforme la pandemia se propaga, el Senado votó en contra de aprobar el paquete de rescate. Sin embargo, las negociaciones en el Capitolio continuaban.
“Creo que lo lograrán. Para mí no es muy complicado: Debemos ayudar al trabajador. Debemos salvar a las compañías”, declaró el mandatario. “Estamos pasando por una enorme prueba nacional y demostraremos que podemos estar a la altura. Estamos en guerra”.
El presidente tuiteó más tarde que las soluciones podrían ser más perjudiciales que el brote en sí y prometió revisarlas tras 15 días. “NO PODEMOS DEJAR QUE LA CURA SEA PEOR QUE EL PROBLEMA EN SÍ”, escribió.
En un Capitolio en el que los legisladores prácticamente eran los únicos presentes, la primera versión del proyecto de ayuda fue declarada insuficiente por los demócratas, que argumentaron que favorecía a las corporaciones y no hacía mucho por ayudar a los empleados y proveedores de salud. El revés envió a los republicanos de regreso a la mesa de negociaciones.
Con la población atemorizada y los golpeados mercados financieros preparándose para una nueva semana laboral, surgieron dudas sobre el destino de un paquete de rescate más ambicioso de la historia reciente.
El secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, se mostró optimista a su salida del Capitolio antes de la medianoche. “Estamos muy cerca”, dijo, añadiendo que los negociadores trabajarían toda la noche.
“Los estadounidenses no necesitan vernos discutir interminablemente”, advirtió el líder de la mayoría en el Senado, Mitch McConnell, mientras levantaba la voz, y posteriormente indicó que el lunes por la mañana se efectuará otra votación.
Pero los demócratas afirman que la iniciativa mayormente republicana no abarca lo suficiente para proporcionar atención de salud y ayuda por desempleo a los estadounidenses, y tampoco restringe una propuesta de US$ 500,000 millones de “fondos para cabildeo ilegal” para las corporaciones.
El líder demócrata en el Senado, Chuck Schumer, dijo que el paquete propuesto “hace un recorte significativo a nuestros hospitales, ciudades, estados, empleados médicos y tantos otros necesarios durante esta crisis”.
Por su parte, el republicano Rand Paul anunció que dio positivo al coronavirus, el primer senador en contraer la enfermedad. Tuiteó que no tenía síntomas y estaba en cuarentena.
Mientras los líderes en el Congreso seguían trabajando en la noche, se estaban haciendo sonar las alarmas de costa a costa sobre la oleada de casos de coronavirus que están por impactar al sistema nacional de salud.
El alcalde de la ciudad de Nueva York, Bill de Blasio, dio graves y urgentes noticias desde el epicentro de la pandemia en Estados Unidos.
“Abril y mayo serán mucho peores”, afirmó durante el programa “Meet the Press” de la NBC.
De Blasio prácticamente le suplicó a Washington que ayude a proporcionar respiradores y otros suministros médicos, y acusó al presidente de “no mover un dedo” para ayudar.