El impacto de la economía digital en las normas tributarias
Por Moisés Barreto Montalvo, estudiante de contabilidad de la Universidad del Pacífico.
Durante los últimos años, el consumo en aplicativos móviles y/o productos digitales se ha incrementado. Según el informe State Of Mobile realizado por Statista y Data.ai, los usuarios de diversos aplicativos móviles gastaron 167 mil millones de dólares en el 2022. Pues, la aparición de nuevos modelos de negocio o las nuevas formas de gestionar negocios tradicionales, todos ellos representados por un gran uso de herramientas digitales, no solo impulsa a la economía digital, sino que también motiva a la digitalización de la economía.
Por lo tanto, las tecnologías emergentes y la digitalización de actividades empresariales han cambiado los modelos sobre los que comúnmente se han elaborado las reglas fiscales, entre ellas, las tributarias. Sin embargo, para afrontar de buena forma los retos tributarios que impone el desarrollo tecnológico, se requiere un análisis nuevo y no tradicional, sin perjudicar los dos objetivos principales: gravar la capacidad contributiva de la actividad empresarial, y a la vez incentivar la inversión empresarial en innovación, tecnología y negocios digitales.
Desde la perspectiva de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), la economía digital es el producto de la transformación de un proceso caracterizado por elementos tecnológicos que permite tanto mejorar la eficiencia empresarial, como potenciar y desarrollar nuevos modelos de negocio. Por lo tanto, este resultado convierte a la tecnología no solo en un medio para llevar a cabo las actividades económicas, sino en un propósito de llegar al usuario con una propuesta de valor digital. Pues, no solo los elementos que se pueden concebir propios de la economía digital son digitalizables, sino cualquier modelo basado en un ámbito empresarial en cualquier formato requiere de una digitalización.
En ese sentido, no solo estamos hablando de una economía digital, sino también de una economía digitalizada. A partir de esto, se puede comprender que muchos procesos y conceptos han sido trastocados por la digitalización económica. Tal es el caso Uber o inDriver, conocidas como las compañías de taxis más grandes del mundo, en realidad no lo son, pues no tiene vehículos en su activo. Por tal motivo, las bases tributarias también tienen que cambiar y adaptarse a esta nueva realidad.
De acuerdo con Emilio Aguas, para que un estado pueda gravar una riqueza es vital que se genere una relación entre un estado y el sujeto en cuestión, generándose así el derecho a gravar. Para ello se tienen en cuenta tres criterios de conexión madre en que se desarrollan las reglas fiscales: nacionalidad, residencia y fuente.
En esencia, todos los criterios se basan en un concepto bastante físico, como es la presencia de un sujeto en el mundo de las cosas. Sin embargo, la digitalización de la economía trasciende al mundo material por la aparición de modelos sin presencia física, donde el activo intangible es el más importante (no del activo intangible como una marca o un software, sino del activo que es digital, en el sentido que no solo tiene un elemento abstracto, sino, que en realidad es digitalizable).
Hoy en día muchos modelos tradicionales tienen una cara digitalizada, lo que ocasiona que estos modelos de negocio sean multifacéticos, y, por tanto, también complique la forma de gravarlos. Pues, esto hace que se tenga en cuenta más de una variable al momento de regular estas normas.
Ante este nuevo reto, se debe de actualizar las reglas fiscales. Para ello, primero, es importante tener en cuenta el enfoque que se pretende poner en práctica para resolver el problema en cuestión. Esther Barbé, Catedrática de Relaciones Internacionales UAB-IBEI, menciona dos enfoques: el multilateralismo y unilateralismo. Básicamente, ambos enfoques se diferencian por el número de estados implicados.
El enfoque multilateral basado en la tributación de la economía digital es un enfoque que busca resolver los desafíos fiscales que genera la economía digital con la cooperación de múltiples países. Este enfoque tiene como objetivo principal desarrollar un marco tributario común para las empresas digitales y establecer reglas claras para la tributación transfronteriza de sus actividades.
Por otro lado, el enfoque unilateral consiste en que un país puede establecer sus propias reglas y políticas fiscales para las empresas digitales o digitalizadas que operan dentro de su territorio, sin importar dónde se encuentre la empresa matriz, ni considerar la opinión o los intereses externos. Pero, si bien el enfoque unilateral puede ser una forma rápida de abordar los retos fiscales de la economía digital a nivel nacional, también puede generar conflictos con otros países y empresas. Además, puede ser menos eficiente que un enfoque multilateral, ya que no existe una coordinación internacional para garantizar la coherencia y la equidad en las políticas fiscales.
En respuesta a este reto, diversos países han elaborado nuevas políticas tributarias para abordar la tributación de la economía digital y la digitalización de la economía. Según un informe de la OCDE, algunas de las medidas incluyen la imposición de impuestos a los ingresos de las empresas digitales, la creación de impuestos a los servicios digitales, entre otros.
En el Perú, existe una discusión sobre la implementación de impuestos a la economía digital. En setiembre de 2020, el Grupo Parlamentario “Somos Perú” presentó un proyecto de ley que facilita la recaudación del Impuesto General a las Ventas generado por los servicios brindados a través de plataformas digitales. Este proyecto es una iniciativa del Congreso peruano y no ha sido aprobado definitivamente. A pesar de esto, es una señal de que el gobierno peruano está intentando buscar soluciones y adaptar el marco regulatorio a las nuevas tendencias tecnológicas.
En síntesis, el desarrollo de la tecnología ha cambiado la forma en que se llevan a cabo las actividades económicas y ha creado nuevas oportunidades y desafíos para las empresas y los países en general. La economía digital y la digitalización de la economía ha generado muchos retos para los sistemas tributarios a nivel mundial. Para ello, no solo se tiene que implementar impuestos digitales, sino que, además, establecer acuerdos internacionales, mejorar la cooperación entre las empresas y los gobiernos, modernizar los sistemas fiscales y capacitar a los profesionales tributarios.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
App Anie (2022). Estado de la telefonía móvil 2022. Recuperado de https://www.data.ai/en/insights/market-data/state-of-mobile-2022/
OCDE (2015). Addressing the Tax Challenges of the Digital Economy, Action 1 – 2015 Final Report, París, OCDE Publishing. (2012). Modelo de Convenio Tributario sobre la Renta y sobre el Patrimonio: versión abreviada, Instituto de Estudios Fiscales, Madrid.
Aguas, E. (2009). Breve introducción a la Tributación Internacional sobre la Renta. Facultad de Derecho de la Universidad de Extremadura. Recuperado de https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/3232738.pdf
Barbé, E. (2010). Multilateralismo: Adaptación a un mundo con potencias emergentes. Revista Española de Derecho Internacional Sección ESTUDIOS, vol. LXII/2, 21-50.
Proyecto de Ley No. 6181/2020-CR (10 de setiembre de 2020). https://leyes.congreso.gob.pe/Documentos/2016_2021/Proyectos_de_Ley_y_de_Resolucione s_Legislativas/PL06181-20200910.pdf