El mercado cambiario en el Perú, qué paso y perspectivas
Por Camila Loret de Mola, alumna de Economía de la Universidad del Pacífico
Al cierre del 2020, el sol registró una depreciación anual de 7.4% respecto al dólar y desde inicios del año al 12 de marzo ha perdido 2.5%. No obstante, una menor volatilidad a comparación de países latinoamericanos gracias a nuestras fortalezas macroeconómicas; el peso colombiano sufrió una depreciación de 4.7% y el real brasilero de 6.9% durante el primer trimestre del 2021 (BCRP, 2021).
2020 y primer trimestre 2021
La paralización en la actividad económica global debido a la pandemia significó una mayor volatilidad dentro de los mercados financieros lo cual se tradujo en una depreciación generalizada de las monedas en países en desarrollo con respecto al dólar. En especial se percibió una salida de capitales en episodios con mayor incertidumbre para refugiarse en activos más estables.
Asimismo, en diciembre, la percepción del rating crediticio del país se debilitó. Fitch cambió su perspectiva de estable a negativo reflejando un mayor riesgo y menor capacidad de pago por parte del soberano. Este no fue solo estimulado por la pandemia, pero la división entre el legislativo y ejecutivo, caos en el congreso y posibles medidas como el retiro de los fondos de pensiones. La incertidumbre por analistas internacionales pone en juego la inversión dentro del país y el acceso al mercado de capitales internacional lo cual presiona a la baja el valor de la moneda local.
Este año la tendencia al alza del tipo de cambio ha continuado dado un escenario con incertidumbre electoral, la introducción de una nueva ley de topes de interés y una baja velocidad de vacunación. No obstante, es usual ver esta volatilidad durante las elecciones y es probable que sea transitoria.
En el lado positivo, el alza de los precios de los commodities debido a la recuperación mundial, en especial los primeros estímulos fiscales por parte de China en los últimos meses del año pasado, ha permitido ver episodios de estabilidad y apreciación. En enero y febrero de este año, su producción industrial tuvo un crecimiento anual de 35.1% (BBC, 2021) y se espera que sus actividades intensivas en cobre continúen en repunte en los siguientes meses. Recordemos la alta dependencia que nuestra economía tiene con la posición del cobre, ante una mayor cotización ingresan más dólares a la economía y una industria fuerte China significa un crecimiento en la demanda de este metal. Asimismo, la recuperación global, también, significó un mayor apetito por riesgo dirigiendo la inversión a economías emergentes.
Efectos de una continua depreciación
Creo relevante entender el impacto del aumento en el tipo de cambio en el sistema bancario como en el bolsillo de los peruanos. El tipo de cambio representa las expectativas acerca de la economía, el precio relativo de los productos transables respecto a los no transables, en sí el valor del sol. El sistema bancario peruano aún tiene una alta tasa de dolarización, 20.7% de créditos a enero de este año según el BCRP, lo cual genera un descalce cambiario. Ante una depreciación la solvencia de individuos y empresas que tienen deudas en dólares, las cuales se encarecen ante un dólar más fuerte, pero tiene ingresos en soles. Por otro lado, también, las ganancias de los inversionistas sufren, dado que ganan en soles e invierten en dólares. No olvidemos, que turbulencias cambiarias implican un mayor esfuerzo por parte del Banco Central.
Por otro lado, la depreciación es un obstáculo para el pago de deuda sostenida por el país debido al alza en el valor de nuestros pasivos en comparación de los ingresos del país. La deuda pública es 1.9x los ingresos del gobierno vs el 1.5x en Chile (Macroconsult, 2021). Una preocupación adicional que compromete la sostenibilidad fiscal del país durante una segunda ola y falta de vacunación masiva.
Últimas semanas y futuras expectativas
Desde febrero, con las expectativas del rebote económico en Estados Unidos e inflación futura, el rendimiento de los bonos del Tesoro (su yield) registró un incremento. Cuando ocurre esto, los inversionistas se ven atraídos a invertir en este paraíso seguro presionando al alza el precio del dólar. Tan solo la semana pasada luego del anuncio del plan de reactivación de Joe Biden que incluye la inyección de USD 2 trillones destinados a infraestructura y mayores empleos generaron mayor optimismo, los bonos del tesoro a 10 años alcanzaron el martes un rendimiento 1.77% el nivel más alto desde enero según Bloomberg (FT, 2021).
Sin embargo, ayer jueves 8 de abril, el sol registró niveles mínimos desde diciembre y no solo por la mayor estabilidad en Wall Street; acciones alcanzado nuevos máximos (el S&P 500 incremento 2.7%) y un retroceso en los retornos en los bonos del tesoro. A pocos días de las elecciones, existen mayores esperanzas de un próximo gobierno de centro. Espero que cuando usted este leyendo este artículo luego de las elecciones el sol presente una mayor estabilidad apreciativa gracias a un entorno externo favorable y así poder generar una evolución sana de nuestros fundamentos macro para la recuperación en los próximos meses.