Máximos históricos del dólar en el Perú
Por Rodrigo Oblitas, alumnos de Economía de la Universidad del Pacífico
En las últimas semanas, el aumento del tipo de cambio ha sido tal que, cada pocos días, se observa un nuevo máximo histórico del dólar en el Perú. De hecho, a la fecha de escrita esta columna, este se cotiza en S/3.72 en el mercado interbancario. Si bien la tendencia del valor de la moneda estadounidense con respecto al sol ha sido al alza en los últimos años, desde mayo de 2020, esta propensión se ha acelerado. ¿Qué razones hay detrás de ello?
Para entender los motivos detrás de este incremento en la tendencia, tenemos que tomar en cuenta los factores más importantes devenidos con la pandemia que han actuado sobre el tipo de cambio: el incremento de demanda por el dólar (además de la reducción de su oferta) y la pérdida de valor del sol. Como indicó se mencionó en el portal Reuters en abril, con la llegada del COVID-19, los inversionistas recurrieron a la moneda americana como fuente de refugio. Estos reaccionaron ante la caída del valor de activos en bolsas y la incertidumbre global. Por otro lado, a nivel local, la implementación de la cuarentena, la paralización de la economía, las restricciones al comercio exterior y sus consecuencias hundieron el valor de la moneda nacional al augurar tasas muy bajas de retorno a la inversión.
Antes de continuar, cabe resaltar que la tendencia al aumento de esta moneda extranjera no es algo que se esté observando en muchas otras economías. De hecho, en ningún otro país de la región, durante el último semestre del año pasado, se depreció la moneda local significativamente (a excepción de Argentina y Venezuela). Este hecho da pie a cuestionarnos qué factores han llevado a esta diferencia, aun si estas economías fueron golpeadas por la pandemia, durante los primeros meses, de forma similar.
Melvin Escudero, economista y fundador de CEO Investments y Jorge Guillén, también economista y profesor de la ESAN, resaltan que el contexto político cumple un papel fundamental para entender este fenómeno. La incertidumbre, indica Guillén, genera que la oferta de dólares se contraiga al ocasionar un retiro de capitales. Considerando que el alboroto político de 2020 incluyó destituciones de Ministros, cambios de Presidentes y protestas sociales, no es de extrañarse que haya generado un impacto económico significativo.
Ambos economistas hacen hincapié en que el contexto electoral por el que atraviesa el país repercute en las expectativas de consumidores y compañías, especialmente ante un posible cambio de dirección del país, lo cual, aunado a los efectos de la implementación de la cuarentena en febrero, explicaría las cifras históricas del dólar en el último mes. Asimismo, Paul Zanabria, profesor de Posgrado de la Universidad del Pacífico, observa que la deficiencia del proceso de compra y aplicación de vacunas también ha afectado negativamente a las expectativas de inversión de capitales extranjeros, al sugerir un atraso en la reactivación de la economía peruana.
¿Qué esperar del alza de la moneda verde? Considerando que con una menor cantidad de dólares se pueden adquirir más bienes y servicios en soles, es de esperar que esto resulte beneficioso para el volumen de exportaciones nacionales. Por el contrario, resulta perjudicial para las importaciones. Zanabria puntualiza que este efecto se observará en los costos de producción de pequeñas empresas que requieren insumos provenientes del extranjero. Otra consecuencia de esta situación es que, en el mercado financiero, aquellos que cuenten con deudas en dólares necesitarían emplear más de sus ingresos en soles para poder cumplir con estas obligaciones. Según Guillen, esto posiblemente se reflejaría en un aumento del riesgo crediticio.
Así, podemos esperar que la evolución de la tendencia del dólar, a mediano plazo, dependerá principalmente tanto del resultado de los comicios, y el consecuente panorama político, como de la recuperación económica, esencialmente en materia de exportaciones e importaciones y de la implementación de soluciones para superar la pandemia. Hablando de nuestro horizonte a mediano plazo, si bien es cierto que el dólar ha subido considerablemente, esto no debe sugerir que el Estado o el Banco Central deban intervenir sobre él, puesto que estas tasas no son buenas o malas per se. Estas son más que meras cifras: reflejan una realidad, y no se trata de buscar cambiar una cifra para cambiar la realidad, sino todo lo contrario.