Una sorpresa navideña: análisis económico del impacto del covid-19 en estas fiestas
Por Camila Garate, alumna de Economía de la Universidad del Pacífico
La Navidad es una de las fechas con mayores ingresos para nuestra economía. Sin embargo, luego de fiestas patrias, el covid-19 generó incertidumbre en el éxito de la última campaña del año. Por el lado de los consumidores, su capacidad adquisitiva se había visto golpeada y varios patrones de consumo alterados. Por el lado de las empresas, las cadenas de suministros estaban debilitadas y muchas aún presentaban dificultades en su transformación digital. No obstante, las fiestas navideñas parecen indicar que generarán un gran impulso para nuestra economía. A continuación, compararemos los impactos económicos de la crisis sanitaria que se esperaban para la fiestas de fin de año y los que hemos apreciado hasta el momento.
¿Cuáles eran los impactos que se esperaban para la campaña navideña?
En primer lugar, el Índice de Confianza del Consumidor de Lima Metropolitana de APOYO Consultoría e Ipsos se ha ubicado en niveles históricamente bajos los últimos meses, principalmente porque no hay una mejora clara en el mercado laboral. Muchos de los empleos creados en estos últimos meses han sido informales y con bajos ingresos. Las familias aún reportan dificultad para encontrar empleo y el deterioro de su situación económica. Según el INEI, este trimetre, alrededor de 2.9 millones de personas perdieron su empleo. Por lo que se esperaba encontrar a un comprador que trata de ahorrar lo más posible, pues su bolsillo se ha visto golpeado.
En segundo lugar, las micro y pequeñas empresas (MYPEs) aún no se recuperan por completo. Los dos principales causantes son la caída en los niveles de ventas y las dificultades para acceder a financiamiento. El primer factor es explicado por los bajos ingresos laborales de las familias de los niveles socioeconómicos CDE, su público objetivo. Esto a la vez afecta al segundo factor, ya que las pocas ventas incrementan su riesgo y dificulta su financiamiento. Si bien el Gobierno implementó FAE-MYPE y Reactiva Perú para facilitarles préstamos, solo un número reducido ha tenido acceso. Como consecuencia, se visibilizaban riesgos para lograr una oferta competente de productos navideños.
En tercer lugar, el e-commerce y capacidades logísticas aún presentan cuellos de botellas y clientes desconformes. El presente año, las cifras de compras online han sido seis veces mayores a las del pasado. Sin embargo, los negocios han visto acelerada una transformación digital para la cual aún no estaban listos. En estas fiestas, donde uno de los protagonistas son los regalos, fue cuestionado el correcto abastecimiento y distribución por parte de los productores.
Hasta el momento, ¿Qué se está cumpliendo?
Actualmente nos encontramos en un escenario positivo. Por un lado, Impronta Research muestra un consumidor entusiasta por los emprendimientos locales y dispuesto a comprar, en promedio, entre 3 y 4 regalos. Esto nos permite apreciar una demanda optimista. Por otro lado, se calcula que las cajas desembolsarán más de 3 500 millones por campañas navideñas, para impulsar a las MYPEs. Los primeros días de diciembre, más del 50% de empresarios de Gamarra declararon que sus negocios ya funcionaban con normalidad. Además, las ventas registradas hasta el momento denotan un crecimiento rápido y continuo.
Asimismo, a pesar de los problemas que aún presenta el e-commerce, este es sinónimo de seguridad sanitaria, por lo que más del 83% de peruanos comentó que continuará utilizando los canales digitales para realizar sus compras. Adicionalmente, las compañía estan recurriendo a alianzas entre tiendas y aplicativos delivery, compra online – recojo en tienda y promociones navideñas mucho más agresivas y anticipadas que las pasadas, para asegurar su éxito.
En resumen, si bien en la campaña de fiestas patrias, la recuperación fue limitada, se ve con optimismo la campaña navideña y se proyecta que marcará un gran paso hacia la reactivación. Mayores señales de recuperación del mercado laboral, continuación en el control del contagio y un trabajo conjunto en crédito de consumo y financiamiento de las empresas, permitirían que la última campaña del 2020 sea exitosa y una mejora en las expectivas económicas del país.