La necesidad de acciones tempranas frente al cambio climático
Brisseida Tarrillo Rodriguez, alumna de Economía de la Universidad del Pacífico.
El 13 de octubre del 2020 se presentó el Informe sobre el estado de los servicios climáticos en 2020 elaborado por la Organización Meteorológica Mundial (OMM) con el aporte de 16 organizaciones internacionales diferentes. En este informe se señala la importancia de la inversión de los gobiernos en sistemas eficaces de alerta temprana ante múltiples peligros relacionados con el tiempo, el clima y el agua.
Según este informe, en 2018, alrededor de 108 millones de personas a nivel mundial necesitaron ayuda del sistema humanitario internacional como resultado de tormentas, inundaciones, sequías e incendios forestales. Para 2030, se estima que este número podría aumentar en casi un 50%, a un costo alrededor de 20 mil millones de dólares al año. Un aumento en desastres indica que la ampliación de la inversión en todos los ámbitos es necesaria, incluyendo específicamente la reducción de riesgos para peligros como ciclones tropicales y huracanes, crecidas, sequías, olas de calor, incendios forestales, tormentas de arena y polvo, entre otros. Se advierte que para minimizar estos riesgos se tiene que mejorar el acceso a información sobre riesgos y Sistemas de Alerta Temprana Multirriesgos (MHEWS por sus siglas en inglés).
Los fenómenos meteorológicos y climáticos extremos, cuya frecuencia e intensidad se han agravado a causa del cambio climático afectan de manera desproporcionada a las comunidades vulnerables. A pesar de ello, a la fecha una de cada tres personas todavía no está adecuadamente cubierta por sistemas de alerta temprana, según se indica en el informe. Para ello, se hace especial llamado de atención en la necesidad de avanzar hacia la instauración de servicios de predicción que tengan en cuenta los impactos. El Secretario General de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), el profesor Petteri Taalas, asegura que los sistemas de alerta temprana son condición necesaria para hacer frente a los potenciales desastres del cambio climático y que si bien la COVID-19 ha generado daños a escala global y que la recuperación no será breve, esta significa una oportunidad para tomar un camino sostenible.
La situación es particularmente grave en los países menos adelantados (PMA) y los pequeños Estados insulares en desarrollo (PEID), ya que muchos de ellos carecen de la capacidad requerida y la inversión financiera no siempre llega a los ámbitos donde los recursos son más necesarios. Desde 1970, las pérdidas en los PEID relacionadas con el tiempo, agua y clima son valoradas en 153 000 millones de dólares, esto es una cifra significativa, dado que el PBI promedio de esos países es de 13 700 millones de dólares. Estos países no disponen de capacidad suficiente para traducir las alertas tempranas en acciones tempranas. La difusión de alertas es precaria en muchos países en desarrollo, y los avances en las tecnologías de comunicación no se aprovechan plenamente para llegar a las personas en situación de riesgo.
Por todo ello, en el informe se plantean seis recomendaciones estratégicas para mejorar la implementación y la eficacia de los sistemas de alerta temprana en todo el mundo:
- Invertir para subsanar las deficiencias de capacidad en cuanto a sistemas de alerta temprana, en particular en los PMA y los PEID de África.
- Centrar la inversión en actividades que permitan transformar la información de las alertas tempranas en acciones tempranas.
- Velar por la financiación sostenible del sistema mundial de observación en el que se sustentan las alertas tempranas.
- Someter los flujos financieros a seguimiento para comprender mejor el destino de esos recursos con respecto a las necesidades de implementación de los sistemas de alerta temprana y entender las repercusiones que conllevan esas asignaciones.
- Fomentar la coherencia de las prácticas de supervisión y evaluación para poder determinar mejor la eficacia de los sistemas de alerta temprana.
- Subsanar las deficiencias en materia de datos, en particular en los PEID.