El reto de la reducción del plástico en tiempos del Covid-19
Valeria Castañeda Mori, alumna de Derecho de la Universidad del Pacífico
En una conferencia de 1972, donde se hizo público el informe The Limits to Growth, un grupo de científicos del MIT por el Club de Roma anticiparon lo que hoy sabemos con evidencia: Que el crecimiento exponencial de nuestro sistema social y económico mundial tiene límites físicos.
Factores simultáneos como una población en aumento, la industrialización, la explotación de recursos y la contaminación ambiental pueden generar el colapso del sistema[1]. En virtud de ello, en la actualidad se optan por economías sostenibles. La clave está en implementar políticas a largo plazo que eviten sobrepasar un punto de inflexión.
Esto puede explicarse utilizando el concepto de congestión. Al principio podemos percibir un recurso común como inagotable entonces no hacemos nada para regular su uso o acceso. A esta alternativa de gestión de bienes comunes se le llama Do-nothing. Pero factores como el tiempo, la cantidad de usuarios más la naturaleza del recurso puede cambiar el estado de su disponibilidad. Puede llegar el momento en el que el uso excesivo del recurso impida que los usuarios puedan seguir aprovechándolo. Es decir, tiene un límite.
En el caso de la contaminación, el plástico denominado “de un solo uso” tiene un consumo masivo que genera montañas de residuos altamente dañinos para el ambiente. Está presente en varios productos de uso diario, grandes corporaciones lo prefieren para sus empaques al ser de bajo costo. Como el envoltorio de un snack, un sachet de shampoo o de mayonesa. Las industrias maximizan sus ganancias sin interiorizar el impacto negativo del plástico que ingresan al mercado.
Según las cifras del documental The Story of Plastic (2020), el 32% de estos empaques contaminantes termina en recursos hídricos (ríos, mares), el 40% en vertederos, el 14% es ingresado a plantas procesadoras, el 14% es reciclado y solo el 2% es “effectively recycled” (que vuelve a ser un producto tan útil como en su primer uso lo fue). Claramente, la cantidad de residuos contaminantes que hay hoy en día supone un reto para la gestión ambiental de cada país.
En el Perú, la normativa sobre gestión de residuos sólidos tiene como principal objetivo evitar la disposición final de los mismos. Esto se logra con prevención y una economía circular donde se considere todo el ciclo de vida de los bienes. La normativa actual también prohíbe la fabricación y consumo de varios productos plásticos de un solo uso[2]. Así como también declara a los días miércoles como el “Día del Reciclaje del Plástico” con el fin de asegurar la recolección de residuos inorgánicos.
Por otro lado, se prefiere la valorización de los residuos, con lo cual se prioriza la potencial utilidad de los mismos en actividades como reutilización (botellas retornables), compostaje (bolsas biodegradables), recuperación de componentes (productos electrónicos viejos). Adicionalmente, fomenta el eco-diseño, la optimización de procesos productivos, innovación y mejoras tecnológicas.
Sin embargo, ¿cuál es el impacto de todo esto? La normativa es relativamente nueva, lleva poco tiempo siendo aplicada. Ciertamente es un avance de la gestión ambiental pero queda mucho camino por recorrer. Sumado, además, a la coyuntura actual donde es difícil desviar nuestra atención del COVID-19.
Si bien existen algunas alternativas, los productos sanitarios y de protección contra el virus están hechos en su mayoría de materiales no degradables que no se deben lavar ni reutilizar, solo desechar. Mascarillas, guantes de goma, paños húmedos, protectores y trajes, todos han pasado a ser nuevos desechos masivos.
Es innegable que la prioridad es combatir la crisis sanitaria, pero el tiempo pasa y serán varios meses más hasta dejar de utilizar protección. Hasta entonces ya habremos desechado millones de mascarillas a nivel mundial y, sin una gestión adecuada, se sumarán a la contaminación de playas, océanos y terrenos, como en algunos casos ya ha ocurrido. La degradación ambiental está en un nivel alarmante y nos encontramos en una carrera contra el tiempo. No está demás tomar atención y verlo como nuevos retos a los cuales debemos adaptarnos.
[1] Club of Rome. (3 de junio de 2020) The Club of Rome – Exponential Growth (The Last Call) [Archivo de Vídeo]. Youtube. https://youtu.be/gt4WsMfi6d0_: esta conducta.erando. Ciertaiato incluye actividades comonarlo terminaro, pero debemos revertir esta conducta.erando. Cierta
[2] En la Ley de Plásticos (Ley N° 30884) sobre: bolsas, cañitas, vajilla y utensilios.