El rol de las cadenas de suministro en tiempos de emergencia
Christian Huicho, alumno de Ingeniería Empresarial de la Universidad del Pacífico
Como ya es de nuestro conocimiento, el pánico se apoderó de una gran parte de la población y generó algunos desabastecimientos temporales en los supermercados, mercados y bodegas, a causa de las compras innecesarias, por parte de los ciudadanos. Pero ¿quiénes están detrás de la reposición de productos en los supermercados, mercados y bodegas? ¿Acaso estos establecimientos son abastecidos de la noche a la mañana automáticamente? ¿Son agentes anónimos quienes están cumpliendo un gran rol, al hacer que los peruanos puedan acceder a productos de primera necesidad?
A partir del 16 de marzo, la mayoría de las empresas (públicas y privadas) han migrado al teletrabajo, por la condición sanitaria en la que nos encontramos. Sin embargo, hay un sector muy importante que no puede dejar de operar físicamente, el cual representa un 8% de la población peruana, según la encuestadora IPSOS. De una parte de este sector depende que la ciudadanía pueda encontrar productos de primera necesidad en el supermercado, mercado o bodega más cercana de su casa. Me refiero al sector logístico, en donde encontramos trabajadores en plantas de producción, terminales portuarios, centros de distribución, mercados de abasto, empresas de transporte y los mismos establecimientos que visitan los peruanos.
La recomendación de evitar las compras desesperadas no solo implica que las góndolas de los supermercados y comercios no se encuentren vacías, sino también, evitar la alteración de las cadenas de suministro. Pues, según Christopher Mejía, investigador del Centro de Transportes y Logística del Massachuetts Institute of Technology (MIT), con estas compras inusuales, se genera el efecto látigo, en el cual los responsables de los comercios ejercen mayor presión a toda la cadena de abastecimiento para que esta tenga una respuesta más rápida de lo usual en reponer los productos a las góndolas. No obstante, debemos considerar que, para una respuesta más ágil de la cadena de suministro, se necesitará de más flujos de transporte, almacenes y personal que actúa en estos procesos. En ese sentido, existe una posibilidad de un aumento de precios. Puesto que, según Robert Muha, investigador de la Universidad de Ljubljana (Eslovenia), los costos logísticos (transporte, almacenamiento y costos indirectos) oscilan, aproximadamente, entre un 8.18% y un 16.6% de las ventas totales de un establecimiento comercial.
Es importante resaltar que los procesos logísticos, de por sí, ya deberían tener mayores requerimientos sanitarios, pues el personal e infraestructura que se requiere para manipular los productos deben contar con mayores implementos de seguridad sanitaria y procesos de desinfección, lo cual genera mayores costos en la cadena de suministros. Asimismo, otro factor importante a considerar es que, si bien el personal del sector salud se encuentra en la línea frontal de esta lucha, son miles las personas que están arriesgando sus vidas al trabajar en estos procesos logísticos con una mayor demanda de lo habitual, los cuales son denominados por Christopher Mejía (MIT) como la retaguardia, si quisiéramos hacer la analogía de esta pandemia con una guerra.
De esta manera, como ciudadanos, debemos ser conscientes con las compras de primera necesidad que estamos realizando. Si bien es cierto, podemos asegurarnos de la disponibilidad en nuestras casas de estos productos por largos periodos de tiempo, pero no estamos considerando que esto podría generar una alteración de los precios, aparte del efecto oferta y demanda, por la alta presión a la cadena de suministros para una respuesta más rápida. En ese sentido, quisiera resaltar la reflexión de Mario Chong, profesor de la Facultad de Ingeniería de la Universidad del Pacífico e investigador del mismo centro de estudios, en la que se menciona que el Perú no sufriría de escasez de alimentos de primera necesidad, pues todos estos son producidos en nuestro país. Asimismo, resalta las cantidades de ingresos diarios al Gran Mercado Mayorista de Santa Anita (2.000 toneladas de papa, 500 toneladas de cebolla, 450 toneladas de zanahoria y 560 toneladas de choclo) que pueden atender la demanda limeña, pese a la emergencia.
Como agentes (ciudadanos, sector público y privado) responsables y solidarios, debemos acatar las medidas establecidas por el gobierno y tomar el ejemplo de las buenas prácticas de otros países que están tratando de frenar la propagación del COVID-19, como es el caso de Australia, en donde los supermercados han establecido horarios extraordinarios para la atención exclusiva al público mayor a 60 años, compras máximas por persona, aforos reducidos y la entrega de desinfectantes en las puertas de estos comercios. Asimismo, es válido resaltar el uso obligatorio de las mascarillas (establecido por el Gobierno Central) para realizar las compras de productos de primera necesidad. Ya que, según el Centro de Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), con estas evitamos que personas posiblemente contagiadas propaguen más el virus, a través de los productos y del ambiente de los centros de comercio. De acuerdo al reporte del Ministerio de Salud del día 15 de abril, se cuenta con 11.475 infectados y 254 fallecidos, por lo que es necesario implementar mayores medidas de seguridad sanitaria.
De otra parte, otros grandes eventos que están requiriendo de operaciones logísticas son las rápidas implementaciones, anunciadas por el presidente Martín Vizcarra, de la Villa Panamericana y el hospital de Ate, en las que se necesita el almacenamiento y la movilización de productos importantes, como camillas, ventiladores, pruebas, balones de oxígeno y aparatos tecnológicos para el correcto funcionamiento de estos centros de salud.
Así se ve reflejada la gran importancia de la cadena de suministros en tiempos de emergencia y la valentía que tienen sus trabajadores, quienes día a día se encuentran laborando para que el Perú pueda estar abastecido de productos y sea capaz de afrontar la emergencia.
No hagas que estas cadenas se alteren aún más y generen perjuicios a los peruanos. #QuédateEnCasa y, si sales a conseguir algún producto de necesidad básica, hazlo con responsabilidad.