Globalización
Por Karen Terrazas, alumna de Negocios Internacionales de la Universidad del Pacífico
Abrimos las puertas al mercado. La cooperación económica y las relaciones internacionales aumentan y las barreras comerciales disminuyen. Desde inicios de los noventa, el Perú empezó a exportar mayor cantidad de productos y también a importar materias primas, equipos y tecnología a menor costo (Mincetur). Además, hasta la fecha, tenemos 21 acuerdos comerciales vigentes que han brindado beneficios consolidados a las empresas exportadoras del país. Sin embargo, ¿será todo esto suficiente para los empresarios que se dirigen a los mercados internacionales?
De acuerdo al International Trade Center, las exportaciones mundiales han incrementado en más del 56.67% durante los años del 2009 al 2018, mientras que las exportaciones del Perú aumentaron en 76.61% en el mismo periodo, lo que significa un crecimiento sustancial para el país. No obstante, si analizamos más allá del crecimiento de nuestras exportaciones y vemos la participación de nuestras exportaciones en comparación con el mundo, encontramos que el 2018 las exportaciones del país representaron el 0.24% de las exportaciones mundiales.
Por otro lado, de acuerdo a la Sociedad de Comercio Exterior del Perú (ComexPerú), al 2015, 56% de las empresas que exportaron fueron microempresas; 27%, pequeñas empresas; 13%, medianas y 4%, grandes. Es decir, 96% de las empresas que exportan son Mipymes (micro, pequeñas y medianas empresas). Sin embargo, el 4% que representa a las grandes empresas generó 88% de las exportaciones en ese mismo año, mientras que las medianas, pequeñas y microempresas solo generaron el 12%.
Esta cifra pone de manifiesto la necesidad de repensar el plan de negocio que las micro y pequeñas empresas están siguiendo, y qué retos deben enfrentar estas para que sigan una cultura de orientación al mercado de exportación que sea sostenible en el tiempo. Estos retos se agrupan en tres factores importantes:
Empleabilidad de recursos. Se conoce que el comportamiento de toda empresa se rige básicamente por sus recursos, no obstante, los factores esenciales en el proceso de producción no son solo los recursos en sí, sino los servicios que tales recursos rinden, es decir, la función del modo en que se emplean. Asimismo, es importante que el desarrollo de los recursos aumente de las empresas, para que el mercado gobierne menos sobre ellas y esta tenga un mayor campo de acción para la planificación[4] . Por otro lado, de acuerdo a Okpara y Wynn (2007), los problemas administrativos de las Mypes se centran en la estructura organizacional y en la habilidad para obtener y desarrollar los recursos necesarios. Por ello, es necesario que las microempresas empiecen a crear una estructura administrativa donde no se requiera la intervención de la dirección central para cada problema. Una vez que se haya consolidado una estructura administrativa óptima y elaborado los procesos de trabajo, la empresa contará con una base sólida para operar en el mercado internacional.
Estrategia. Una vez que las mypes hayan asignado sus recursos, estas deberán seguir una estrategia de internacionalización de acuerdo a su conocimiento del mercado y al riesgo que va a asumir. De esta manera, si las empresas quieren asumir un bajo riesgo y, además, tienen un bajo conocimiento del mercado, estas pueden empezar exportando indirectamente, es decir a través de un intermediario. En caso de que las empresas tengan un conocimiento medio del mercado y sus recursos y capacidades no sean suficientes, pueden aplicar una estrategia conjunta a través de alianzas. Por otro lado, si las empresas desean asumir el riesgo completo y cuentan con las habilidades de dirección e internacionalización pueden optar por disponer de una subsidiaria en el país destino.
Cultura. Finalmente, durante el proceso de internacionalización, las mypes encontrarán diferencias culturales con sus clientes. Dentro de estas diferencias culturales entre el país de origen y destino cabe mencionar ‘idioma, valores sociales, sistema político, educación’ (Terpstra y Yu,1998). Para ello, las empresas pueden elegir dirigirse a países con culturas similares ya que la transferencia de técnicas de gestión y valores domésticos es más difícil cuando el entorno operativo es muy diferente al país de origen (Xu, 2006).
La globalización ha ayudado a las mypes a obtener ventajas comerciales, pero también representa un reto para estas empresas. Para analizar su éxito en los mercados internacionales, la globalización será una variable trascendental y una oportunidad de desarrollo, pero no una determinante para que estas logren ser más competitivas. Además, es importante mencionar que existen otras variables importantes como el creciente uso de tecnologías de la información, la gestión del conocimiento y un entorno dominado por un cambio rápido y continuo.