El desinterés y el interés equivocado

Miguel tiene 26 años, trabaja en un supermercado, vive a 1 hora y 40 minutos de su trabajo. Se levanta 5.30am, se alista, se pone sus audífonos, desayuna con su mamá y luego sale. Toma dos carros, llega al super después de caminar algunas cuadras, se encuentra con sus compañeros de trabajo, mandil encima y a trabajar. Golpe de 9.00pm llega a su casa después de otra hora y 40 minutos de traslado. En el camino, lo mismo: Tik Tok, algo de Youtube, Facebook, lo de siempre.

¿Qué consume? Consume videos de chistes, deporte, fútbol, música, perritos, caídas estrepitosas, doblajes algo vulgares, chicas en bikini, más música, más videos de chistes, más fútbol, más chicas en bikini (decir la verdad es un derecho, así que no se me pongan indignados ante esta descripción).

Su preocupación fundamental es mantener su trabajo, ahorrar parte de su sueldo, que sus cuentas familiares no crezcan mucho. No tiene hijos aún pero tiene novia y la quiere mucho. Piensa en casarse. Está en planilla pero sabe lo que es la informalidad. No piensa volver a ese lugar. A Miguel no le interesa la política. No le interesa la Junta Nacional de Justicia. No le interesa Petroperú. No le interesa el Defensor del Pueblo. No le interesa Boluarte ni Otárola. No sabe de candidatos.

Mariana tiene 28 años, enseña en una universidad privada, vive en miraflores, pinta por las tardes y sale con sus amigas. En las mañanas algo de yoga, también videos de perritos cuando se levanta. Enseña ética a chicos de primer ciclo. Sus traslados no duran más de 15 minutos. Participa en dos colectivos políticos, es parte de una coalición. Se considera de centro izquierda pero dialoga con todos. Es tolerante.

Consume Sifuentes, Rosa María Palacios, Dilo Fuerte, por ahí alguna vez lee algo interesante y revisa Piensa.Pe o la agencia de noticias Vigilante.Pe. Su preocupación fundamental no es económica, lo tiene todo o al menos vive cómoda y segura. Le interesa pensar en cómo ayudar a que el Perú sea un país más desarrollado, del primer mundo piensa, como Dinamarca, Alemania u Holanda. Para ella la investigación del Congreso a la Junta Nacional de Justicia es parte de una conspiración conservadora, de derecha, populista, dictatorial además, para copar el Estado. Hoy gobierna la derecha. Este es (también) el peor congreso y el adelanto de elecciones es la mejor opción. Ha sacado videos sobre el tema. Habla con sus alumnos sobre esto. Participó en alguna marcha hace un par de sábados…

Miguel y Mariana tienen algo en común, muy profundo y humano: ambos tienen preocupaciones. Nada más. Y en este preciso instante se terminó todo aquello que tienen en común.

Ustedes pensarán que Miguel debería interesarse más en la Junta Nacional de Justicia y en la política. Quizás, pero yo creo que no necesariamente. En un país desarrollado no deberíamos estar preocupados en la política. Yo más bien creo que por deber, responsabilidad, privilegios y conciencia, Mariana debería preocuparse más por los ahorros, el trabajo y los bolsillos de Miguel.

Termino. La política peruana se integra en estas dos historias, limitadas y simples evidentemente. Mientras que Miguel refleja el desinterés peruano por la política. Mariana refleja el interés equivocado en la política. El punto medio no existe. No se trata de jalar a uno o a otro.

Hay que cambiar el foco: nuestro principal interés debería estar en definir bien lo urgente de lo importante y en preocuparnos por lo primero: que la mayoría de peruanos tenga una mejor calidad de vida, un mejor trabajo, la mayor cantidad de riqueza posible, no los funcionarios del Estado, no la burocracia, no los políticos. Miguel necesita sentir que su vida es segura, estable, y que crece, mejora y que podría ser millonario. Así, cuando vote, votará mejor, y valorará más su decisión. Mariana, sus colectivos y coaliciones tienen que preocuparse por Miguel y su futuro.