Lima no es el centro de las elecciones
Asociación de Contribuyentes del Perú. A pocas horas de celebrarse las Elecciones Regionales y Municipales de 2022, es importante hacer un balance de lo que está en juego este 2 de octubre. ¿Por qué son importantes estas elecciones? ¿Qué hacen los gobiernos regionales y las municipalidades? Y, ¿están cumpliendo los fines que se corresponden con sus funciones?
Lo primero a resaltar es que todas estas instituciones están desprestigiadas, y están entre las menos confiables para la ciudadanía, según fuentes del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI). Para tener una idea, entre las instituciones más confiables para los peruanos están el Reniec (53% lo considera entre suficiente y bastante confiable) y la Iglesia Católica (47%).
Mientras tanto, podemos ver en el gráfico que este mismo dato es mucho menor para los gobiernos subnacionales al interior del país: municipalidades distritales (13%), municipalidades provinciales (12%) y al último los gobiernos regionales (9%). Además, se puede apreciar cómo en los recientes trimestres del año se ha dado una caída consecutiva en la confianza que reciben de la ciudadanía
¿Por qué esto es grave? Las municipalidades son especialmente importantes porque manejan el 64% del presupuesto público destinado a agua y saneamiento, y el 38% del de redes viales; ambos aspectos son clave para generar un impacto social positivo a través de la inversión pública.
Mas grave aún es el caso de los gobiernos regionales, que gestionando el 47% del presupuesto de salud del Estado, y más del 50% del destinado a la educación, hoy en día son las instituciones más desprestigiadas. Y no debe extrañar: 25 gobernadores se preparan para dejar su cargo, llevándose como mínimo dos procesos fiscales cada uno. La gestión de estos gobernadores deja 557 investigaciones activas, 70% de las cuales involucra delitos de corrupción, según un informe de agosto del Centro Liber. Algunos datos concretos y muy alarmantes:
Los gobernadores regionales nos dejan una cuenta de 18.4 mil millones de soles, entre el 2019 al 2021, en pérdidas por corrupción. Además, dejan 2,346 obras paralizadas, que equivalen a 14.7 mil millones de soles que no han sido invertidos, según estimaciones de la Contraloría General de la República (CGR). En cuanto a inversión pública, dejaron de ejecutar el 30% de su presupuesto el año pasado (3.1 mil millones de soles).
En cuanto al canon recibido de distintos rubros, este representa una importante fuente de ingresos desaprovechada y -muchas veces- malversada. Desde el inicio de la gestión de estos gobernadores, se dejaron de gastar 9.3 mil millones de estos recursos. A pesar de que el presupuesto por canon se triplicó desde el 2019, el gasto a agosto 2022 sólo es 35% más que cuando iniciaron su mandato.
El monto no ejecutado por los actuales gobernadores regionales -del 2019 a la fecha-, suma mas de 36 mil millones de soles, es decir, casi el 90% del presupuesto anual de todas estas entidades. Mientras algunos piden subir impuestos, la realidad al interior del país es distinta: falta gestión, pero -sobre todo- honestidad e integridad.
Finalmente y quizás lo más grave: el sur del Perú aglomera la mayor cantidad de canon: miles de millones de soles y en esas regiones siempre ganan o compiten, o crecen movimientos y líderes anti-sistema, anti-empresa, anti-democráticos. La minería, sin querer evidentemente, ha financiado un ecosistema que cada elección nos regala un 30% de votos socialistas, comunistas, ilegales e informales, por los cuales candidatos de derecha o liberales no quieren competir y abandonan esta región a su suerte. En este tema podemos profundizar MUCHO más.
Por todo esto, queridos lectores, está clarísimo que Lima no está en el centro de las elecciones. Hay regiones mucho más sensibles e importantes política y económicamente. En esas regiones movimientos violentos, ilegales o anti-sistema se están moviendo poco a poco para seguir construyendo una red que desestabilice al país con discursos extremistas. Ahí es donde tenemos que poner no solo los ojos, sino los oídos, las manos y los pies, todo el cuerpo.