Aníbal Torres: este es un gobierno de izquierda
En un reciente discurso en Tacna, el premier afirmó (cita textual): “…Este gobierno es de izquierda, en el sentido de que, hay que tratar prioritariamente a las poblaciones más necesitadas, a los más vulnerables, tratando de superar la pobreza y la pobreza extrema”.
Su espontánea sinceridad llama mucho la atención, así que es correcto analizar la veracidad de sus palabras. Veamos.
Como todo gobierno de izquierda, lo que mejor sabe hacer es bloquear a la empresa, destruir la inversión e intervenir equivocadamente en la economía. La actual crisis económica que afecta a los más vulnerables se debe, sobre todo, a la desconfianza empresarial que generan la alta inestabilidad política (Castillo ha nombrado 71 ministros en 13 meses de gestión, un récord sin precedentes) y a la incertidumbre por la falta un rumbo claro en cada sector estatal.
Su gobierno -como era de esperarse- no pudo ni siquiera comprar urea para los agricultores, tras tres procesos fallidos; y la crisis que se generará debido a esto en el campo, afectará sobretodo a los más pobres. Bien pudo aliarse con el sector privado pero esto es impensable, para… un gobierno de izquierda.
Los decretos supremos que restringen la tercerización y que en breve liberarán la creación descontrolada de sindicatos son dos balas de plata que ya destruyen el empleo formal y lo seguirán destruyendo. Y estas dos normas son políticas de corte absolutamente izquierdista.
El punto es que sin confianza, no habrá impulso real en la inversión privada, que es la que crea empleo formal y sostenido. Para 2022 se estima que la inversión privada no crecerá (0%), y la inversión extranjera caería 17% este año y en 11% el próximo.
Al ser un gobierno de izquierda (latinoamericana, habría que completar), además, hizo lo que mejor sabe hacer: en poco más de un año, benefició a sus amigos y allegados con obras, contratos y cargos públicos, mientras que los más vulnerables fueron los más afectados por su incapacidad manifiesta. Es cierto que la corrupción no tiene “bandera” ideológica, pero en los últimos años, la izquierda tiene bien agarrado el estandarte de la corrupción y lo luce feliz por todo lo alto.
Así, como ha ocurrido con casi toda la izquierda latinoamericana, el gobierno de Castillo está metido en decenas de escándalos de corrupción y hasta Torres viene siendo investigado por encubrimiento. Lo último que habría pasado: al parecer metieron el sobrino prófugo en el avión presidencial con el mismísimo presidente allí.
Como ejemplo de gobierno de izquierda, finalmente, todos sus edecanes, ministros o congresistas oficialistas, se llenan la boca hablando de los pobres, de los trabajadores y del pueblo, los necesitan para sus discursos, pero no se encargan de ayudarlos. La enorme cantidad de proyectos de ley que el presidente dice haber enviado al Congreso son cada uno peor que el otro y por lo tanto no deberían ser aprobados.
Aníbal Torres ha dicho lo mas honesto y sincero que pudo decir. Este es un gobierno de izquierda y se demuestra en sus políticas contra el empleo y la inversión y en el hecho de que goza hablando de los pobres pero no hace nada por ellos. Se agradece su sinceridad, se repudia su insensibilidad.