Tablets: la verdadera indignación
No hablaremos del mensaje del presidente. Fue tan intrascendente que para sacarle una línea optimista de acción, hay que hacer un esfuerzo sobrehumano o condescendiente, inventando posibilidades.
No. Hablaremos del comunicado de hoy del Ministerio de Educación (Minedu) sobre las tablets. Esas tablets que el presidente prometió a fines de marzo, cuando la cuarentena estaba caliente y dura, y aún no llegan. Hablaremos de esos aparatos que el presidente ayer evidentemente no mencionó. Este comunicado expresa perfectamente por qué estamos como estamos.
Dice la carta que la empresa Topsale S.A.C (de esas empresas que no aparecen en el radar empresarial de buen nivel) “fue el único postor que presentó una propuesta que ofreció cumplir los requerimientos establecidos en las bases del proceso para la adquisición y distribución de 1,056,430 tabletas, 203,080 cargadores solares y 565,482 planes de datos dirigidos a estudiantes y docentes”.
Varios medios destacaron la pobreza de los postores y su preocupación por una licitación a la cual compañías serias y reconocidas no se presentaron. Aún así se siguió adelante. Pero el comunicado nunca dirá esto último. Solo que tenían un postor, algo que no debería ser normal, pero lo aceptamos porque no hay nada que hacer.
La carta continúa diciendo que el Minedu realizó el proceso de licitación requiriendo información y acreditaciones con la finalidad de “asegurar el cumplimiento del contrato y proteger los recursos públicos”. Esta frase es parte del formato que usa la burocracia en casi todas sus comunicaciones. Nada nuevo.
Luego remata: “Topsale S.A.C. no cumplió con presentar la carta fianza dentro del plazo establecido por el Minedu, que expiró el pasado de 21 de julio”. Y entiendo que tampoco demostró su filiación con la casa matriz que debía proveerle los equipos. Era una empresa fake, bamba, trucha, chatarra, de poco nivel, llámenla como quieran.
Y así de fácil, en unos cuantos párrafos, el estado nos volvió a empaquetar su fracaso en un formalismo incoherente que desespera a quienes sufrimos y trabajamos por este país.
Claro, lo que nunca dirá esta carta es que es inaceptable que una entidad estatal se percate de algo tan grave cuando no hay mas postores, el proceso está avanzado, y han pasado cuatro meses; cuatro meses observando como cientos de miles de niños pierden conocimiento, oportunidades y productividad para el futuro.
Pero aquí viene lo peor. La declaración del ministerio prosigue diciendo que iniciará un nuevo proceso y cierra de forma épica: “Reafirmamos nuestro compromiso con la creación de mejores oportunidades de aprendizajes y con el cierre de la brecha digital en educación a través de la incorporación de recursos tecnológicos para los/las estudiantes de los contextos más desfavorecidos. Llevaremos este proceso a buen término, siempre velando por el correcto uso de los recursos públicos.”
No sé ustedes, pero yo esto no lo tolero, como contribuyente, como ciudadano, como padre de familia. ¿En qué momento perder un proceso después de cuatro meses significa un correcto uso de los recursos públicos? ¿Desde cuándo el Minedu se puede dar el lujo de reafirmar un compromiso que nunca ha afirmado dado que miles de colegios siguen años sin internet, equipos, ni docentes capacitados en tecnología y educación? ¿Cuándo nos acostumbramos a permitir que quienes debieran ser nuestros servidores nos oculten su total inutilidad con una frase que parece sacada de un discurso del Papa Francisco?
Recordémoslo. La principal razón por la que este país sigue siendo un país mediocre pero lleno de oportunidades, es la inutilidad de casi la totalidad del aparato estatal. Y si nuestro candidato a la presidencia del 2021 no nos ofrece reformar esta máquina oscura, corrupta y grasosa, no vale la pena. Primera vez que cierro un artículo así, pero de verdad espero que se investigue y encuentre a los responsables de este fracaso en el Ministerio, y se castigue su negligencia.