Reactiva Peru: la necesidad de un estado personalizado
Con el ánimo de aportar no solo a esta etapa de contención y rescate, sino también a la etapa de reactivación y control, la Asociación de Contribuyentes ha venido levantando dos tipos de temas: los urgentes (con el foco en los ciudadanos más vulnerables) y los importantes (con el foco en las lecciones que esta crisis nos deja en cuanto a reformas impostergables).
Entre los temas urgentes, y sabiendo del esfuerzo que hace el gobierno para ir solucionando día a día los problemas que aparecen, nos hemos centrado en echar luz sobre el sector emprendedor independiente y micro empresario, y junto a diversos aliados, venimos haciendo propuestas concretas.
Es un hecho que Reactiva Perú irá evolucionando positivamente y quizás corrigiéndose en el camino, para llegar a un sector muy importante del empresariado: el grande, mediano y formal. Y este sector debería, gracias a este programa, empezar a mover sus máquinas y jalar consigo a miles de proveedores pequeños que dependen de él. Este es el propósito altruista que debería mover al gran empresario.
Sin embargo, se requiere fortalecer los programas de crédito para micro-empresarios con más recursos, incluir en ellos a los independientes con renta de cuarta categoría (RUC 10, personas naturales con negocio), y flexibilizar sus requisitos de acceso, de modo que menos empresarios informales o formales se queden fuera de estos planes de rescate. El Ministerio de Economía y Finanzas ya tomó nota, saben de estas propuestas y estoy seguro de que plantearán algo audaz en breve.
En cuanto a los temas importantes, la Asociación ha propuesto que inmediatamente después de esta etapa extrema, Legislativo y Ejecutivo aborden con valentía diversas reformas estructurales que tienen años desplazadas: la reforma del sistema de salud, la del sistema de pensiones, la tributaria, la laboral y quizás en primer lugar, la reforma del servicio público, con el fin de tener funcionarios estatales más eficientes, capaces, y centrados en las necesidades del ciudadano gracias a la incorporación de nuevas tecnologías digitales.
En ambos asuntos, los urgentes y los importantes, llama la atención un elemento transversal e ineludible. Las soluciones o medidas de talla única no sirven. Vivimos en una época que exige del estado soluciones personalizadas, eficientes y eficaces. Necesitamos un estado empático, centrado en el contribuyente, que entienda el funcionamiento de la iniciativa privada, y que use toda la data que tiene para focalizar adecuadamente sus soluciones y servicios. ¿Están nuestros funcionarios estatales preparados para asumir este reto?
Yo creo que sí, pero con una máxima conocida siempre en mente: haciendo las mismas cosas varias veces o actuando de la misma manera, no lograrán resultados distintos. Vamos para adelante y apoyemos a nuestros líderes políticos desde la ciudadanía y el sector privado en esta tremenda tarea.