La ilusión del nuevo comienzo
Me llegaron de algún lado las declaraciones de Gianmarco Zignago en Twitter: “…Nuestro querido Perú… Tanto daño, tantos años… Pero todo tiene su final y un nuevo comienzo. Según la ciencia, para que exista belleza tiene que existir el caos. Ya nos toca construir un nuevo país, ya estamos cansados. Urge una nueva generación política. Vamos con fe…”
La cita viene de alguien que a mi parecer merece mucho respeto por lo que ha conseguido con su talento. Gran artista, y gran persona, tengo entendido. Representa además a la clase media y emprendedora peruana dentro de la cual, creo que muchos piensan como él. Y hay que darle respuesta a ese anhelo, tenemos que pensar en el futuro.
Los escenarios que se abren no son muchos. En principio el 26 de enero tendremos elecciones congresales, y como mencioné hace poco, será importante que medios de comunicación, ciudadanía y sector privado, hagan un esfuerzo sincero por promover en la población criterios y herramientas para elegir al mejor candidato. Campañas en este sentido, deben empezar a aparecer. Mientras más, mejor.
Por otro lado, veremos cuál es el orden de prioridades que plantea el presidente Vizcarra, ahora que podrá legislar directamente con un básico y mínimo control de parte de la comisión permanente del Congreso. Sería una señal muy positiva, en primer lugar, que el gabinete que conforme tenga un talante técnico. Ahora que la confrontación terminó, tiene la oportunidad para enfocarse en la agenda de competitividad, la ejecución presupuestal, y en atender la brecha de servicios que aún padecen los contribuyentes peruanos más pobres.
La agenda pendiente no es pequeña. Sin tocar las reformas políticas que quedaron en el aire, las tareas y reformas vinculadas a la reactivación de la economía son muchas. Listo algunas que me parecen impostergables.
1. Acelerar la inversión pública y en general “activar” al estado. Los ministerios no son entidades pasivas o estáticas. En coyunturas políticas críticas, apagan la máquina, y eso es lo que ha ocurrido. Apenas tenga al gabinete completo, espero que el presidente le pida a cada ministro que retome la agenda pendiente de su cartera, y que siga adelante con políticas, programas y proyectos.
2. Debemos abordar los problemas que enfrenta la inversión minera y petrolera, actividades económicas clave para el país. Son dos principalmente: la copiosa e impredecible tramitología / permisología que enfrentan, y la falta de presencia del estado en los lugares en los que la conflictividad social es alta. Es cierto que la regulación minera se debe renovar. Para ello se conformó un comité técnico de alto nivel. El sector petrolero requiere también atención. La ley del canon debería ser reformada. Tanto que hacer por aquí…
3. El sistema de salud del estado necesita una reforma urgente. Declararlo en estado de emergencia sería lo lógico, y luego convocar a la academia y al sector privado a participar en su renovación. El desabastecimiento de medicamentos, los abusos y deficiencias groseras en la prestación, la falta de acceso a servicios de calidad en zonas rurales, la falta de especialistas y las brechas de infraestructura y financiamiento, son los principales temas a abordar.
3. No hay competitividad sin lucha contra la informalidad. Es un tema muy amplio, pero este gobierno, como cualquiera desde hace años, debe afrontar el problema frontalmente. Propuestas de reformas tributarias, laborales e iniciativas que plantean incentivos para la formalización hay bastantes. En CADE 2018 y este año, en CADE 2019, el tema fue y será abordado con mucho detalle. Especialistas y think tanks tienen varias propuestas valiosas que podrían ser asumidas por el presidente, ahora que el camino quedó limpio de supuestos obstáculos y obstrucciones.
4. Acelerar proyectos de infraestructura estratégicos. Instituciones como AFIN y COMEX han listado estos proyectos y la urgencia de ejecutarlos rápido. Es una cartera que supera los 30 mil millones de soles para los siguientes dos años y aún así, la brecha seguirá siendo amplia. No podemos esperar más. Los puertos de Chimbote, Marcona, el Ferrocarril Huancayo – Huancavelica, la ampliación de Chavimochic, y sin entrar en detalle, más de 1200 millones de dólares en proyectos de infraestructura en salud, más de 2500 en transporte, y más de 400 en infraestructura educativa.
Entonces, trabajo y pendientes acumulados, hay. Si el alivio que sienten muchos es válido, si realmente estamos en un nuevo comienzo, si el caos empieza a pasar y nos toca encontrar la belleza, y si podemos pensar en que nos gobernará una nueva generación política, entonces el presidente, su primer ministro y el nuevo gabinete tienen ahora la carretera libre para promover la competitividad y la productividad del país, esto es, liberar y fortalecer al emprendedor peruano, pequeño, mediano y grande, dado que es el motor de la economía y el principal generador de empleo. El 100% de peruanos estaría de acuerdo con una nueva etapa así…