Ser eficiente también es ahorrar
El día de hoy, Juan José García, Jefe de Investigación Económica de la Asociación de Contribuyentes del Perú escribe para Perú 21 un artículo analizando la actual ejecución presupuestal del Ministerio de Salud en relación a algunas partidas específicas. “La actual gestión –nos dice– heredó un presupuesto de S/544 millones para comprar medicamentos, pero a menos de dos meses de terminar el año, solo ha ejecutado el 41%, equivalente a S/223 millones. La ministra Silvia Pessah indicó que se ha ahorrado S/200 millones en la compra de medicamentos…”.
¿Cuáles son las dificultades que atraviesa el Ministerio de Salud? No lo sabemos bien. Pero hay algo que debemos entender: el Estado no ahorra.
El Estado debería usar eficientemente los recursos del ciudadano, lo cual es muy diferente. El estado usa eficientemente nuestro dinero cuando negocia un buen contrato, cuando diseña bien ese contrato, cuando utiliza la mayor cantidad de información posible para poder adquirir bienes o servicios, cuando reduce la burocracia y la regulación, cuando se transforma digitalmente, cuando agiliza trámites y simplifica las responsabilidades de los contribuyentes, cuando evita la corrupción de sus funcionarios. El estado no ahorra, el estado debe usar eficientemente nuestro dinero.
En el Sector Salud, además, “ahorrar” es lo último que se debería hacer. ¿No son acaso notorias las dificultades que tienen los doctores y enfermeras para atender a los pacientes? ¿No son acaso noticia común tanto el frecuente desabastecimiento de medicamentos como los largos tiempos de espera? ¿No es evidente que falta usar mucho más la tecnología para mejorar todos los procesos de abastecimiento, distribución, supervisión y atención en el sistema? ¿En qué momento el ahorro pasó a ser más importante que la calidad y la oportunidad para el paciente? ¿No es también harto conocido que los tratamientos y medicamentos que se cubren en otros países de la región son mucho mejores que los nuestros?
Decidir gastar menos en este sector tan relevante para el ciudadano, y especialmente para el ciudadano más vulnerable, no tiene ningún sentido. El mismo economista, además, evidenció que también se estaría “ahorrando” en otras cuentas, como en la de equipos médicos, en la que de S/213 millones se ha gastado menos de la mitad.
Es un excelente momento para que la Ministra de Salud se siente a dialogar con el sector privado abiertamente, transparentemente, y conversen sobre todas las eficiencias que las empresas podrían aportar para mejorar el sistema de salud público. Gracias a la tecnología y a una inteligente reforma de procesos, podríamos hacer cambios rápidos e importantes.
Hay que impulsar más alianzas público-privadas y obras por impuestos en este sector en todos los niveles y en todas las regiones, no solo para la construcción de establecimientos o su mantenimiento, sino también para incidir en los procesos de atención al paciente y en la compra y distribución de medicamentos. Ya hay experiencias exitosas. En EsSalud se vienen implementando. Están a la vista. Es cuestionar de abrir las puertas al diálogo.