La excusa perfecta... ¿En Octubre?
Según el equipo de investigación de la Asociación de Contribuyentes del Perú – ACP, este año el Ministerio de Salud – MINSA (gobierno central) ha contado con un presupuesto histórico de más de 620 millones de soles para comprar medicamentos.
Nunca antes había tenido tantos recursos, y sin embargo, nunca antes los había ejecutado tan mal. En general, la ejecución al 30 de septiembre, no supera el 43%; en compra de medicamentos para el cáncer no supera el 32%; y en compra de medicamentos para otras enfermedades no transmisibles no alcanza el 11% (ACP).
La misma asociación nos muestra que en los últimos dos años, si uno observa el presupuesto modificado (PIM), resulta que el presupuesto inicial (PIA) para esta cuenta siempre fue recortado a lo largo del año. Es decir, pasa el año y lo que inicialmente se iba a gastar en medicinas, se gasta en otros bienes o servicios. No en vano, los usuarios se quejan todos los meses de no encontrar las medicinas que necesitan en los establecimientos de salud públicos; en especial aquellos pacientes que sufren de enfermedades no transmisibles o raras. ¿Qué ocurre entonces?
Por más que el sistema de compras sea engorroso, ya es muy tarde para ponerlo como excusa. Estamos en octubre, no en mayo. Y en este contexto, aún cuando los números nos muestran una gestión muy inadecuada, la ministra decide generar más polémica acusando a “ciertos” laboratorios de concertar precios. Algunas anotaciones al respecto.
1. La práctica en estos asuntos suele ser que el INDECOPI sea quien asuma la vocería, y que lo haga cuando ya investigó un tiempo el tema, de manera discreta y prudente.
2. Al lanzar la acusación al aire, mete a todos los actores en el mismo saco. Y, tal como ocurre con Vizcarra pegándole al congreso, no es difícil deducir que pegándole a los laboratorios, probablemente la ministra gane. La percepción general es que los laboratorios “cobran caro”. Pero esto no es adecuado y es irresponsable, y lo es también no aclarar que el estado podría negociar mejor con ellos y comprarles a precios más baratos si lo hiciera de manera centralizada.
3. Finalmente: todos sabemos que una noticia así podría paralizar la ejecución de esta partida justamente bajo la siguiente “excusa perfecta”: “vamos a analizar las compras que hacemos para ver si no nos están engañando con otros medicamentos”. Linda excusa si la ejecución hubiese sido al menos decorosa, pero es pésima. Entonces, si tengo un mal año de ejecución presupuestal en compra de medicamentos, ¿qué mejor forma de sacarme la responsabilidad de encima echándole la culpa a los laboratorios? Esperemos que no sea este el plan maestro que anima sus últimas declaraciones.
Los que pagan los platos rotos, al final, son los pacientes. Y los pacientes de enfermedades de alto costo, en primer lugar: cáncer, fibrosis quística, esclerosis múltiple, artritis, y decenas de enfermedades no transmisibles que cada vez son más fuertes y frecuentes, y que sí, efectivamente, agrupan a un número más reducido de pacientes que cuesta más caro atender, pero que no se puede abandonar poniendo siempre la misma excusa: “los laboratorios”.
Quien ha tenido un familiar con una enfermedad así, sabe a lo que me refiero. Yo he sido uno y lo he vivido. Con la salud no se juega. No hay espacio para la insensibilidad. En un contexto de tanta violencia política, bajemos la guardia un rato, señora ministra, y dialoguemos, busquemos soluciones y al menos usemos bien los recursos, no se le pide nada más.