Perú y Colombia: grandes pero simples diferencias
¿Por qué Colombia hoy es formalmente parte de la OCDE y Perú no? ¿Cuál es la gran diferencia entre ambos? Le doy algunas pistas en menos de 450 palabras.
1. El trabajo del Estado colombiano ha sido sostenido y prácticamente impecable. Son 7 años en los que el Poder Ejecutivo, el Congreso y diversas instituciones públicas, independientemente del presidente de turno, entendieron que esto era un objetivo de carácter nacional y que las diferencias no eran lo importante. Un ejemplo: el ministro de salud colombiano lleva más de 5 años liderando el sector. Aquí hemos tenido 4 ministros de salud en un año.
2. En Colombia el diálogo entre el sector privado y el Estado funciona. Un ejemplo: el Consejo Privado de la Competitividad (CPC), una entidad que ha venido articulando iniciativas entre el sector público, el sector privado, la academia y diversas organizaciones sociales preocupadas por la productividad del país vecino. Aquí, la misma iniciativa acaba de nacer de la mano de IPAE y la CAF (Banco de Desarrollo de América Latina), esperamos cumpla el mismo rol y tenga el mismo éxito.
3. Propósito común. Los problemas colombianos no son muy diferentes a los nuestros. Su capital humano tiene una productividad aún baja, sus índices de informalidad son altos, su sistema educativo no está alineado con los nuevos retos del mercado laboral, y desde el 2014, los “números” colombianos no son los mejores. Sin embargo, en los últimos años, nuestros vecinos han apostado por unirse en torno a consensos básicos, en vez de priorizar intereses particulares.
4. En Colombia no existe una polarización similar a la peruana. Ayer, la primera vuelta la ganó Iván Duque (39.1%), un líder de 41 años que, si bien carga la “mochila uribista” y dice que buscará revisar algunos puntos del acuerdo de paz con las FARC, ha dejado claro que las bases del desarrollo seguirán intactas. Por su parte, Sergio Fajardo (23.7%), ex alcalde de Medellín y profesor universitario, cuya propuesta en materia económica e institucional era muy similar a la de Duque, estuvo solo a un paso de pasar a la segunda vuelta. El 63% del electorado colombiano estaba convencido de la continuidad del actual modelo económico e institucional.
Así, las diferencias entre Perú y Colombia se resumen en un solo punto: la búsqueda del bien común por encima del bien particular. El éxito colombiano nos demuestra que fortalecer las instituciones ni es algo abstracto ni se reduce a temas regulatorios o económicos. Requiere que primero funcione algo tan básico y humano como el diálogo. No hay mejor incentivo para el diálogo que el bienestar de todos los peruanos. Y el diálogo que debe funcionar primero es el diálogo abierto, sostenido y formal entre el Estado y la Empresa. Así de simple.