Etiqueta y normas digitales
Cuando recibo un mensaje en LinkedIn que dice:
Me gustaría añadirte a mi red profesional
X
Invariablemente respondo:
Estimado X
Muchos saludos y
gracias por la invitación. ¿Sería posible que me comentaras cómo me
encontraste en LinkedIn y el porqué del interés en el
contacto?
En algunos casos X responde con más
detalles por lo que puedo tomar una decisión más informada antes de
aceptar. Si no hay respuesta, desecho la invitación.
En
ocasiones, a los pocos minutos de recibir mi aceptación, X publica
varios LinkedIn endorsements destacando mis habilidades profesionales.
El detalle es que nunca antes nos hemos visto ni hemos tenido
experiencia de trabajo conjunto. Borro los “endorsements” y elimino a X.
Cuando
menciono esto mucha gente se muestra ofendida o me acusa de soberbio.
Desde mi punto de vista, es una norma de etiqueta que busca mantener a
LinkedIn como una red que me ha sido útil en entornos de negocios.
Considero que el comportamiento de una persona que quiere contactarme
sin más razones aparentes que coleccionar contactos, recomendaciones o
“endorsements” no es adecuado para el uso que quiero dar a esa red. Su
etiqueta digital no es la adecuada desde mi punto de vista.
La
etiqueta digital es una serie de decisiones de comportamiento que afecta
entornos muy concretos como puede ser la vida profesional, académica o
personal. El problema es que dicha etiqueta esta en permanente mutación y
tampoco es aceptada necesariamente por todos los miembros de una
comunidad. Por ello, es prácticamente imposible tratar de concretarla y
ponerla por escrito ya que en un instante, y ante una nueva situación,
pierde validez y vigencia.
Puede que yo sea muy restrictivo
usando LinkedIn y que otros usuarios se me parezcan, pero también hay
muchos otros que aceptarán las invitaciones y recomendaciones
indiscriminadas sin problema. También es probable que en el futuro yo
decida ser más abierto. Sólo haría falta apretar un botón de aceptar en
lugar de tratar de buscar razones para establecer el vinculo. La
elección es libre y el cambio de etiqueta inmediato.
Póngase ahora del otro lado. Del lado de aquellos que trabajan tratando de gestionar comunidades online.
Uno
puede pensar que entiende a sus seguidores o “followers”, pero basta
una expresión o acción que se entienda por inadecuada en determinado
momento para que esa misma red lo rechace o se vuelva contra usted.
Muchos personajes públicos experimentan esto día a día con aquello que
se llama crisis en redes sociales y que afecta ese otro concepto tan
cambiante como es la reputación online. Nunca piense que usted entiende y
maneja la etiqueta de una red.
Si quiere pasar tiempo con sus
amigos y compartir confidencias online, pues se usará la etiqueta y las
normas de la red de uso más o menos común (“likes” a ciertos contenidos,
comentarios en cierto tono, “taggeos” a la personas apropiadas); pero
si la red es invadida por “indeseables” que rompen esas normas,
empezará a ser abandonada y el grupo buscará refugio en otra red donde
las normas se adapten a ellos.
Piense en el momento en que
acepto a su madre o a su suegra en Facebook y los mensajes, likes,
comentarios o fotos que publican sobre usted. Ahora pregúntele a
Facebook por la fuga de adolescentes y jóvenes ante la invasión de
padres y otros adultos indeseables con sus propias normas y lenguajes.
Piense en redes más privadas como WhatsApp donde los más jóvenes están
compartiendo información hoy en día o en Snapchat donde intercambian
fotos de “travesuras” que sólo están publicadas pocos minutos para luego
ser borradas y no quede prueba de los hechos . Ahora piense que cada
una de estas redes tiene sus propias normas, códigos y etiquetas.
Si
usted es una marca, no espera una poción mágica o un manual para saber
cómo actuar paso a paso en estos entornos y manejar la etiqueta
adecuada. Ese requiere trabajo propio, escucha, prueba y error. Si
alguien la ofrece la poción mágica, tenga por seguro que se trata de
cebo de culebra y el vendedor es un “gurú” de aquellos. Pregúntese más
bien que quiere sacar de su interacción en una comunidad online ¿Cuál es
el valor que extrae de ella? ¿Qué hace en esa red interactuando con
extraños? Sólo las respuestas a este tipo de pregunta le permitirán
tener un norte sobre el cual ir modificando su comportamiento y
etiqueta digital día a día.