¿Quiere que su proyecto digital fracase? Hable en difícil

Un estadio conectado es aquel en el que se
instala un enorme sistema de Internet de alta velocidad. Imagine a los 80,000 asistentes a un partido
de futbol que usan sus teléfonos móviles para publicar fotos y videos en
Twitter y Facebook  a la vez que consumen
una señal de TV en vivo de lo que sucede en los vestuarios y el comentario de
los locutores del partido. Todo al mismo tiempo y como si estuvieran sentados
en casa. ¿Suena interesante verdad?

El problema es que no se encuentran  modelos de negocio suficientes que paguen los
costes de este tipo de servicio. Aquellas organizaciones que lo implementan, lo
consideran como un valor agregado para el asistente al evento y el cual deben
financiar a fondo perdido. Dados los altos costes, es algo que se sólo se pueden
permitir  empresas u organismos de gran
tamaño .

En el origen de esta situación aparece
algo que afecta a otros proyectos digitales o de internet en empresas y
sectores muy diversos.

Las iniciativas de este tipo suelen nacer
en un área de IT o digital. Son éstas las que en general se sienten atraídas
por el reto tecnológico y por las eventuales ventajas para el usuario final.
Son además las que tienen el conocimiento para explorar estas  posibilidades.

El problema radica en que estas áreas
digitales o de IT  tienen dificultades para
explicar estos proyectos a las áreas de negocio y convencerlas de explorar sus
posibilidades comerciales. A fin de cuentas, estos últimos ya tienen su tiempo
ocupado con lo que hoy en día proporciona ingresos. ¿Porqué un área de
patrocinio o un área de venta de entradas deben preocuparse por la nueva
conexión a Internet del estadio? Muchos piensan que solo se trata de “una locura más de la gente de tecnología“.

Sin embargo, las posibilidades existen.
Desde descarga de contenidos y aplicaciones de pago relacionadas con el evento,
pasando por venta de “merchandising” en el mismo estadio, apuestas en tiempo
real, venta de nuevo espacio para patrocinadores y anunciantes, oferta de
entradas para próximos eventos,  etc. Las
oportunidades son muchas y diversas

Es el típico dilema del innovador: no se presta atención a aquello que
empieza en mercados pequeños y con modelos de negocio por verificar porque
simplemente no trae el dinero con la velocidad y el volumen al que estamos
acostumbrados. Es una actitud lógica pero que se convierte en una tumba cuando
la innovación se masifica y encuentra a empresas o industrias sin preparación

Sin embargo, el dilema del innovador no es
la única dificultad. Hay un enorme
problema de comunicación que se origina en “actitudes de feudo”. Las áreas
de IT y los profesionales digitales se encierran en sí mismos, en sus propias
prácticas y no están dispuestos a bajar al llano de los neófitos y ajenos a su
entorno. Menos aún a su lenguaje y a su visión de las cosas.

No son pocas las reuniones en las que un
gerente o decisor se sienta en una mesa con gente de IT o del entorno digital y
se enfrenta a términos, parámetros y formas de explicar situaciones que le son
totalmente ajenas.

Los ingenieros, y aquellos que trabajan en
marketing y negocios digitales pueden razonar como ingenieros o nativos
digitales, pero en determinadas situaciones no pueden intentar comunicarse como
tales. Una vez le escuche decir a un gerente general: “usted es el primer ingeniero de sistemas al que le entiendo“. El
problema es que al que se lo decían no era un ingeniero de sistemas. Era un
publicista de formación que luego de varios años en el sector de tecnología
podía entender y explicar ciertos temas de manera solvente.

Esa capacidad de explicar temas complejos
en lenguaje llano ha roto en muchos casos el hielo y la resistencia producida
por la poca comprensión y la actitud de “¿porqué
presto atención a esto cuando produce poco o nada de dinero?”

La innovación de todo tipo siempre
encuentra dificultades para abrirse paso. Si aquellos que quieren llevarla
adelante agregan mayor resistencia, producto de su incapacidad o poco interés
por hacerse entender, pues el camino se hace difícil y en muchas ocasiones
imposible. Y eso no sólo genera frustración sino también oportunidades perdidas
que pueden significar la desaparición de la empresa o la industria en el futuro

Si usted es un campeón de la innovación
digital en su empresa y organización empiece por dejar de pensar y expresarse
de manera feudal. No tenga miedo de ser abierto con lo que hace y explicarlo a
otras áreas. Haga un esfuerzo por ponerse en los zapatos del otro y contar su historia de manera que la
entienda, le entretenga y le sea útil.

Aquel capaz de llevar adelante proyectos de Internet o digitales exitosos y que puedan marcar una diferencia en los negocios es aquel que sea capaz de este ejercicio de apertura y capacidad de narración. ¿Está usted listo?