Efecto WOW: la clave para generar vínculos
Vivimos en un mundo donde la atención del consumidor es instantánea y la oferta abundante. Entonces, generar una experiencia que provoque un “efecto WOW” se ha convertido en una estrategia esencial para que las marcas que buscan establecer vínculos con su audiencia, puedan lograr sus objetivos. No se trata solo de sorprender al cliente, es despertar emociones positivas, hacerlos sonreír y que conecten con la marca. En una experiencia WOW, cada cliente debe sentirse especial y único.
Para lograrlo, el primer paso es conocer a fondo a nuestro grupo de interés: entender sus necesidades, deseos, emociones y expectativas. Investiguemos sus intereses para individualizar las interacciones, así se sentirán valorados. La personalización a través de mensajes y acciones es la base sobre la cual se construye el efecto WOW.
Pensemos “fuera de la caja” y desarrollemos experiencias creativas y memorables que superen sus expectativas, toquemos la fibra sensible y emocionemos a nuestros consumidores. Puede ser a través del humor o a través del producto que tiene que ser bueno, pero el empaque mejor, para despertar amor a primera vista, crea ediciones limitadas, agradecerles su compra a través de una nota personalizada escrita a mano, contactar con nuestro cliente en un momento especial para él (salida de un viaje muy esperado, fecha importante para su empresa, etc.)… pensemos en pequeños gestos, en la atención del más mínimo detalle o cualquier otra acción que pueda hacer que nuestro cliente se sienta importante. Humanicemos las comunicaciones, utilicemos un lenguaje horizontal, más informal para facilitar la construcción de relaciones duraderas. Las marcas deben ser genuinas y auténticas para mostrar su personalidad y sus valores.
Es fundamental promover la interacción y el feedback. Las marcas que escuchan y reconocen a sus consumidores, crean espacios de mejora continua y vínculos más cercanos. En cualquier negocio aparecen imprevistos que ponen a prueba la satisfacción de los clientes. Siempre decimos “En las malas se conoce a los verdaderos amigos”. No hay nada más cierto que esa frase: no importa quién estuvo contigo en los momentos buenos, sino quién se mantuvo a tu lado en los momentos difíciles. Pocas cosas se valoran tanto como un acompañamiento y una respuesta oportuna en las experiencias negativas.
Al implementar esta estrategia, las historias se difunden de boca en boca, convirtiendo a los clientes en verdaderos embajadores de la marca ya que las recomendaciones son increíblemente poderosas porque generan un alto nivel de confianza y credibilidad. Ayuda también a crear comunidad de clientes fieles y a afianzar una buena reputación y prestigio que son fundamentales para lograr el éxito.