Nuevo presidente del Indecopi: ¿Qué necesita esta institución?
Se acaba de designar como presidente del Indecopi al Sr. Alberto Villanueva Eslava, quien conoce la gestión pública y ha ejercido como decano de la facultad de derecho de una universidad peruana seria y destacada. La gestión que inicia, según apreciamos, no estará exenta de desafíos, pero debiera ser positiva para fortalecer al Indecopi, haciéndolo retomar el nivel y el liderazgo que le corresponde
Ante ello, conviene remarcar lo que, en nuestra opinión, necesita actualmente esta institución para atender a la sociedad en la defensa de la competencia, los derechos de los consumidores y la propiedad intelectual, así como para eliminar barreras burocráticas que afectan injustificadamente la actividad empresarial y el comercio honesto.
i) Presupuesto adecuado. El Indecopi requiere cumplir funciones a nivel nacional y para ello contar con funcionarios idóneos y en número suficiente. Debe remunerarse adecuadamente a sus profesionales para tener y mantener el mejor talento en beneficio de la ciudadanía. Pese a la inflación, las remuneraciones permanecen congeladas y ello debe corregirse.
ii) Aumentar el número de funcionarios decisores a tiempo completo. En las Comisiones y en el Tribunal del Indecopi se requiere contar con expertos suficientes que den su 100%. Se debe evaluar caso por caso y evitar conflictos de interés en quienes toman las decisiones, a causa de otras actividades. Así, por ejemplo, algunos funcionarios que trabajan en el sector público o que prestan servicios profesionales ocasionales a entidades del Estado no parecen tener la independencia suficiente para inaplicar con celeridad y energía normas ministeriales que constituyen barreras burocráticas injustificadas. Esto debe motivar los cambios correspondientes.
iii) Calidad resolutiva. Indecopi imparte justicia administrativa y debe tomar decisiones adecuadas en los casos concretos. Debe realizar audiencias orales y escuchar a las partes. Hoy algunos órganos del Indecopi se niegan sistemáticamente a ello, lo cual debe auditarse. Asimismo, debe asegurarse imparcialidad. Para lograr este propósito debe erradicarse la práctica actual según la cual el órgano que acusa a una empresa prepara también el proyecto de decisión final sobre el mismo caso sancionador. Inaceptable. Esto puede ser corregido por la nueva gestión.
iv) Un líder sólido. Es decir, un presidente que no se exceda en la figuración ni que se esconda silenciosamente. Si bien el presidente del Indecopi no toma decisiones en los casos concretos que resuelve la institución, su importancia radica en que, junto con su equipo institucional, debe ser capaz de designar buenos funcionarios y miembros de comisión idóneos para resolver con independencia cada tema a cargo del Indecopi. Debe proponer funcionarios idóneos para conformar el Tribunal del Indecopi, que se sumen a los funcionarios experimentados y de carrera que cumplen funciones actualmente. El presidente es un administrador de recursos para que la institución funcione. Debe ser honesto y valiente. Debe ordenar la casa. No debe renunciar ante el primer susto o ante dificultades claramente previsibles. Debe cumplir su periodo y no debe utilizar la institución para intentar o lograr ser ministro o procurar otro puesto.
v) Autonomía constitucional. El Indecopi cumple funciones muy relevantes para el adecuado funcionamiento de nuestra economía social de mercado. Debe funcionar con el tecnicismo del Banco Central de Reserva y con el mismo nivel de autonomía constitucional. Esto no depende del nuevo presidente del Indecopi, pero está en sus manos volver a proponerlo y promoverlo. Dimos un primer paso, recuerdo, en la época del presidente Jaime Thorne (2010), con una propuesta formal al Poder Ejecutivo, cuando lo acompañé como gerente legal. Hoy existen otros proyectos de ley para el otorgamiento de esta autonomía constitucional, incluso en el Congreso de la República, que pueden consolidarse e impulsarse.
El Indecopi debe estar al servicio de la ciudadanía y aplicar la ley con decisión cuando la situación lo exija, pero con justicia y equilibrio. Es demasiado importante para estar al vaivén de la política.