Seámoslo siempre
Lo comunicado ayer en el mensaje a la nación, emitido por la señora Dina Boluarte, presidenta de la república, dirigido a generar más presión para apresurar las elecciones generales para este 2023; y, para que se modifique íntegramente la Constitución Política del Perú, merece una inmediata reflexión y un urgente cambio de rumbo en el gobierno. Seamos valientes.
i. No se puede gobernar con miedo. Un presidente de la república tiene la obligación de conducir el país en el marco de la Constitución Política, resistiendo la amenaza y la violencia con el uso de la fuerza pública, con proporción, pero con firmeza. El desabastecimiento y empobrecimiento del sur del Perú se agrava con el bloqueo de carreteras y la parálisis de los negocios pequeños, medianos y grandes. Se necesita decisión para restablecer el orden y para evitar que se afecte a las familias más necesitadas.
ii. Las protestas con violencia no se encuentran justificadas bajo ninguna premisa. Pedir la renuncia de la presidenta como pretexto para mantener acciones violentas y generar temor implica desconocer el orden constitucional y constituye sedición. Debe recordarse que el presidente antecesor, elegido democráticamente y luego vacado, dio un golpe de Estado fallido y por ello está procesado. La señora Dina Boluarte fue también elegida en la misma plancha electoral y le corresponde gobernar, aunque ello disguste.
iii. No se debe apresurar elecciones presidenciales por miedo. Las necesidades sociales deben atenderse con mejores gestiones en los gobiernos regionales que puedan realizar inversión pública y gasto social. Recordemos que estos gobiernos acaban de empezar su gestión este mes de enero, en medio del caos imperante. Si constitucionalmente, desde el Congreso, se decide adelantar las elecciones, el tiempo para ello debe ser breve pero lo suficientemente holgado para primero restablecer el orden y la paz. Los ciudadanos no pueden ir a votar con miedo.
iv. No se debe cambiar la Constitución Política por miedo. ¿Cuáles son las disposiciones constitucionales que afectan el desarrollo de nuestra sociedad y su bienestar? Quienes quieren cambiar la Constitución Política y su régimen económico apresuradamente debieran primero leerla y sustentar los cambios que proponen y sus razones. Ello no ha ocurrido. El problema no es la actual Constitución Política. El problema son los malos gobiernos y la deficiente gestión pública. Si algún cambio se requiere, es para reorganizar el Estado y la selección de los gobernantes y funcionarios. Necesitamos corregir la descentralización pues viene fracasando.
La igualdad de oportunidades debe asegurarse con buenos gobiernos pues, mientras existan personas con bajo nivel educativo y falta de acceso a servicios públicos y bienestar, habrá ciudadanos que se pueda manipular.
Seamos valientes. Seámoslo siempre. No cedamos al miedo. Restablezcamos el orden y tomemos buenas decisiones.