Tapering: lo que fue y lo que podría ser
Por Víctor Fuentes. A
pesar de que en los tres primeros trimestres del año 2013 se apreció una
desaceleración del PBI, se estima que el crecimiento se ha fortalecido en el
cuarto trimestre haciendo que se finalice el año con un crecimiento de 5.1%. De
ser así, nuevamente lideraríamos el avance de América Latina y seríamos los
únicos en obtener un superávit fiscal (alrededor de 0.5%). Dentro de los
elementos de coyuntura internacional que afectaron este resultado y podrían
influir en el 2014 se encuentra la recuperación de la economía de EE.UU., en
especial los aspectos relacionados a las políticas de expansión monetaria a
cargo de la Reserva Federal (FED, por sus siglas en inglés).
Si bien la reciente crisis sumergió en una notable recesión
a las economías desarrolladas, provocando incluso que su aporte al PBI mundial
sea por primera vez en la historia menor al 50% en 2013, la recuperación, aunque
débil, ya es evidente. La tasa de desempleo de EE.UU., principal indicador
ligado al comportamiento de la demanda agregada, ha caído a 7% en noviembre
último desde el 9.6% registrado en 2010. En este sentido, la FED finalmente ha
decidido retirar gradualmente el estímulo monetario. Dicho proceso se conoce
como “tapering” y se inicia este mes de enero con una reducción de US$ 10 mil
millones en la inyección de capital que venía realizando FED y que alcanzaba
US$ 85 mil millones mensuales. Se espera que esta inyección se siga reduciendo
del orden de US$ 10 mil millones en los próximos meses hasta eliminarla
totalmente. En términos simples esto significa que la FED confía en que la
economía americana puede empezar a caminar por sí misma y por tanto es momento
de retirar el plan de alivio, y evitar posibles burbujas financieras, que,
paradójicamente, fueron las que iniciaron la crisis (ver
gráfico).
Diversos actores económicos vaticinaron que una vez dado el
anuncio de la FED los mercados financieros se desestabilizarían y observarían
una volatilidad pronunciada que sería visible en el tipo de cambio y en la
bolsa de valores. Sin embargo, la realidad ha sido otra: los agentes económicos
ya habían asimilado dicho evento a través de las volatilidades registradas cuando
desde mayo pasado se empezó a anticipar esta medida. En ese periodo, las
especulaciones sí presionaron a la baja a los precios de los commodities,
principalmente el del oro y la plata, con lo que dicho efecto sí se trasladó a
una reducción significativa del valor de las exportaciones mineras. Sin
embargo, la recuperación económica de EE.UU., segundo socio comercial del Perú,
es un elemento que nos aportará positivamente en el 2014 a través de la balanza
comercial y consecuentemente en el producto.
Mención aparte requiere el desenvolvimiento del tipo de
cambio y los flujos de capitales. Aunque el “tapering” también implique una
menor liquidez en EE.UU. y en el resto de mercados, la FED ha sido clara acerca
de mantener la estructura de tasas de interés en los niveles actuales por los
próximos dos años. De ser así, el flujo de capitales hacia el Perú y el resto
de mercados emergentes no sufriría cambios importantes, con lo que el tipo de
cambio tampoco se vería presionado hacia una fuerte depreciación. No se debe
olvidar que el Banco Central (BCR) cuenta con sólidos argumentos para evitar
episodios de alta volatilidad; entre ellas destaca una acumulación de Reservas
Internacionales (RIN) que asciende a US$ 65 mil millones.
Finalmente, aunque el
“tapering” se basa en previsiones macroeconómicas positivas y teóricamente
tendría una duración aproximada de 10 meses, la FED ha asegurado estar
dispuesta a suavizar sus políticas si los fundamentos no son los adecuados. Por ello, si bien persisten riesgos es razonable suponer que
el entorno económico internacional será más favorable para el Perú el 2014 de
lo que fue el 2013.