La lección de Cajamarca
Por Miguel Palomino. Contrario a lo que con frecuencia se dice, en los últimos 20 años,
Cajamarca ha progresado mucho, y más que el Perú en promedio. Hoy las cifras de
pobreza y pobreza extrema son mucho menores, los ingresos mucho mayores y los
indicadores de la calidad de vida han mejorado significativamente en relación a
hace veinte años.
Sin
embargo, si bien el resultado agregado es positivo, muchas de estas mejoras no
se han dado de manera uniforme a lo largo de este periodo. La información económica y social permite identificar tres periodos en
el desarrollo económico de Cajamarca: uno desfavorable previo al boom minero,
otro favorable durante el boom minero (1993-2005) y uno más reciente y
desfavorable durante el periodo de colapso minero, desde el 2006 hasta la
fecha.
En la década previa al
boom minero de Cajamarca (1983-1993), el Perú entero sufrió un enorme deterioro
económico,
y el PBI nacional por habitante cayó un desastroso 18%. Pero Cajamarca tuvo uno de los peores desempeños económicos en el Perú,
al mostrar una caída de 23% en su producto por habitante.
A
partir de 1993, con el inicio del boom minero, la situación se revierte
dramáticamente. Entre 1993 y el 2005,
año en que llega a su pico la producción minera de Cajamarca, el producto por
habitante de Cajamarca aumentó en 113%, casi el triple del fuerte aumento de
41% registrado a nivel nacional. Cajamarca fue largamente la segunda región
con mayor crecimiento en este periodo. Para quienes afirman, equivocadamente,
que este crecimiento no trajo beneficios significativos para la población
cajamarquina basta señalar que, durante el mismo periodo, el Índice de
Desarrollo Humano de Cajamarca aumentó en 20.0%, mientras que el del Perú
aumentó en 1.2% (ver
gráfico 1).
Los
datos de empleo e ingresos de trabajadores con que se cuenta sólo a partir del
2001 corroboran el impacto positivo del boom minero sobre la población de
Cajamarca. Entre el 2001 y el 2005, la
PEA ocupada en Cajamarca mostró un incremento de 13.7% frente a un incremento
de 10.6% a nivel nacional. Igualmente, el empleo adecuado en la región
creció 4% más que a nivel nacional. El ingreso por trabajo se incrementó en 22%
en Cajamarca, mientras que a nivel nacional solo creció 6.3% en el mismo
periodo.
El fin del boom minero
afectó profundamente el desarrollo de Cajamarca. El sector minero era y
sigue siendo largamente el que más contribuye al producto de la región. Por ello,
la dramática caída de 38% en la
producción minera entre el 2005 y el 2012, llevó a que Cajamarca pasara a ser
la penúltima región en crecimiento en el Perú. El producto por habitante en
Cajamarca aumentó en sólo 10% entre el 2005 y 2012, comparado con 48% en todo
el Perú. Los indicadores sociales también dejaron de mejorar por encima del
nivel nacional o incluso se deterioraron. Por ejemplo, entre el 2006 y el 2012,
el empleo en Cajamarca cayó en 6%, mientras que a nivel nacional el empleo se
incrementó en 14%. También los niveles de pobreza se empezaron a reducir en
menor ritmo. Entre el 2006 y 2012, la pobreza se redujo en 15% de los hogares
en Cajamarca, mientras que a nivel nacional se redujo en 49% (ver
gráfico 2). Y la tendencia está empeorando. Para el 2013, en el IPE estimamos que el producto de Cajamarca caerá en
más de 7% (ver a IPEOpinión), comparado con un crecimiento de 5.1%
para el Perú.
La manera en que un país o una
región decide desarrollarse depende de sus ciudadanos. Para decidir, los
cajamarquinos, al igual que los peruanos, deben estar informados respecto a las
ventajas y desventajas que ofrecen las distintas opciones de desarrollo. Las
cifras que aquí presentamos, y que la mayoría desconoce, deben ser parte
central del debate público ahora que se avecina las elecciones regionales.