Echándole la culpa al cajero
El pedido de algunos políticos de izquierda al
Presidente Humala fue muy puntual: que despida al Ministro de Economía y
Finanzas. Pareciera que creen que esto solucionaría los problemas del país -o
por lo menos los económicos- lo cual resulta absurdo. Basta considerar no sólo
que seguimos siendo el país con mayor reducción de la pobreza y mayor crecimiento
económico de la región, sino que según lo indica el Índice
Global de Competitividad, Perú acaba de mejorar
el ranking de su entorno macroeconómico a un impresionante puesto 20 entre 148
países.
El entorno macroeconómico del Perú, que es
responsabilidad directa del MEF y del BCR, es nuestra mayor ventaja competitiva
entre los doce pilares competitivos que considera dicho índice (Ver gráfico 1).
Es mucho mejor que nuestro ranking total de competitividad que nos coloca en un
mucho más modesto puesto 61. Habría
muchas otras cosas que cambiar en el gobierno antes que al Ministro de
Economía.
Muchas críticas recientes al MEF se relacionan con
las preocupaciones y protestas que han surgido a raíz de la caída del canon
minero, sobre lo cual ya opinamos (Ver Artículo).Resulta
increíble que se culpe al MEF por la caída de ingresos volátiles que no
dependen en casi nada de lo que este haga o no haga. Los recursos del canon
minero (impuesto a la renta y regalías mineras) dependen directamente de las
utilidades de las empresas mineras, las cuales han caído debido a los menores
precios de los minerales y los mayores costos (Ver gráfico 2).
Esto se ha
dado en todo el mundo. Para muestra basta ver el titular de antes de ayer del
diario El Mercurio de Chile (Ver
Artículo) que indica que las regalías de las empresas mineras chilenas se
han reducido 32% en lo que va del año.
Algunos afirman que la reducción del canon se debe a
los cambios que se hicieron a la distribución de las regalías mineras cuando se
cambió la ley respectiva en el 2011, pero esto no es cierto. Más del 93% de la
caída del canon minero se debe simplemente a las menores utilidades de las
empresas y menos del 7% se debe a los cambios -limitados pero muy positivos-
que se hicieron a la distribución de las regalías y que, además, tampoco fueron
responsabilidad del MEF.
Ya hemos explicado que la mayoría de regiones y
distritos a los que se les reducen los recursos provenientes del canon tienen
amplios fondos disponibles de los recursos que recibieron pero nunca gastaron
en años pasados. Además, ya se anunció un fondo para financiar obras en
aquellos distritos que pudieran verse afectados por la caída de sus ingresos.
Inteligentemente, se ha optado por proveer estos fondos contra los ingresos
pasados y futuros por concepto de canon, lo cual implícitamente estabiliza la
disponibilidad de recursos de esta fuente tan volátil de ingresos. El MEF está aprovechando el golpe de
realidad para parchar un sistema profundamente ineficiente e injusto de
distribución de los ingresos fiscales. Ojalá se pudiera reformarlo íntegramente.
Todos los expertos en materia fiscal coinciden que es
una pésima idea transferir directamente ingresos muy volátiles a los gobiernos
subnacionales sin establecer a su vez un mecanismo de estabilización. Se debió
de crear un (o unos) fondo(s) que distribuyeran estos recursos de manera sostenible
en el tiempo, además de más equitativamente. En nuestro contexto de debilidad institucional e ineficiencia en el
gasto, los ingresos extraordinarios y no sostenibles del canon han alimentado el
clientelismo político y la búsqueda de rentas en gran parte del Perú, y esto es
lo que explica buena parte de las protestas. La otra parte se explica en que
la población desconozca la realidad y esta es una tarea que el MEF y el
gobierno podrían hacer mejor, difundiendo y explicando la información
disponible para evitar interpretaciones antojadizas y banderas falsas que sólo
causan mayor conflictividad.