¿Sistema Integrado de Transporte (SIT)?
Por Pablo Secada. Lima -y otras ciudades de nuestro país- requieren un
SIT. Debido al caos, los ciudadanos perdemos millones de valiosas horas cada
día, se malgastan enormes cantidades de combustibles, se aumenta la
contaminación, hay accidentes y muertes. El gobierno está promoviendo una
multimillonaria inversión en la llamada Línea 2 del sistema de transporte
masivo de Lima (ver
ilustración), que incluye cinco líneas de metros/trenes. Si bien se
cuestiona la ruta escogida y hasta los medios de transporte escogidos, nadie
duda de la necesidad e importancia de estas obras, atrasadas por tantos años.
La reforma del transporte en Lima está en marcha y empieza con cinco
corredores complementarios (Tacna-Garcilaso-Arequipa con el que se iniciará,
Carretera Central, Javier Prado-La Marina, Panamericanas y San Juan de
Lurigancho-Brasil; ver).
Estos corredores complementarán a los metros/trenes y reflejan la realidad
presupuestaria de la ciudad. Con un
presupuesto de inversión de algunos cientos de millones de soles, Lima no tiene
cómo financiar metros/trenes cada uno de los cuales requiere una inversión de muchos
miles de millones: sólo la inversión en la Línea 2 ascendería a más de S/. 5
mil millones. Además se necesitará de una gran inversión en buses de 9, 12
y 18 metros que usarán, fundamentalmente, gas natural por lo que contaminarán
mucho menos. Asimismo, se construirán patios de maniobra y se implementarán
sistema y gastos de reconversión laboral -los choferes pasarán a la planilla y
los cobradores a manejar tras recibir capacitación-.
Hay cinco millones de viajes diarios en los cinco corredores de Lima, lo
cual representa alrededor de dos quintas partes de la demanda por transporte y
es varias veces el tráfico del Metropolitano y el Tren Eléctrico -donde también
se cocieron habas y se optó por una ruta que no era la ideal- combinados. Para las
concesiones se han organizado varios consorcios que incluyen empresas que
tienen interés en el proceso desde hace años. Entendemos que se han asociado propietarios individuales de buses, empresas
operadoras con proveedores de buses y que participará una empresa que opera en
Bogotá, Santiago y Ciudad de Panamá. El tamaño del proyecto lleva a que algunos
de los asesores son de talla mundial, lo cual es muy positivo.
Hay aún numerosos vacíos y falencias en el proceso. El manual de
operaciones aún no está disponible. La iniciativa privada de recaudo que
presentaron GMD e Interbank sigue durmiendo el sueño de los justos. La Municipalidad
de Lima Metropolitana (MLM) en algún momento convocaría a una APP para
encargarse de esta tarea. En Bogotá, Santiago y Ciudad de Panamá el recaudo y el
control de la flota de transporte están integrados. Lima quiere innovar y
encargarse del control de flota, al que considera parte de la regulación. Pensamos que OSITRAN debería regular estas
tarifas y las del Metropolitano, “no el contrato”. Otro problema es que, como
en el caso del Metropolitano, solo habría exclusividad para el transporte de
pasajeros en el corredor mismo, y no en las calles aledañas, pese a que
Protransporte reconoce que los resultados de los operadores son muy sensibles a
un cambio en la demanda como el que resulta de la competencia -desleal- de las
rutas paralelas.
Entendemos que la MLM contratará asesores de
primer nivel para revisar la lógica económica de la reforma. Debió hacerlo
desde el inicio, pero más vale tarde que nunca. Otra preocupación
es que, si bien es bueno avanzar rápido, correr con la reforma con el objetivo
de iniciarla antes de las siguientes elecciones sería sumamente irresponsable.
Y posiblemente suicida: en Chile los problemas con la reforma del transporte en
Santiago hicieron tambalear a Bachelet y en Colombia golpearon aun más al
alcalde de Bogotá. Aquí, sepultarían a la alcaldesa.