Auge y caída de Cajamarca
Por Miguel Palomino. Los
conflictos en torno a los proyectos mineros en Cajamarca se han centrado en
torno a si la minería genera beneficios para la población. Usualmente la
discusión no se basa en estadísticas reconocidas ni históricamente comparables,
pese a que existen en abundancia. En esta nota presentaremos cifras que
permiten comparar lo ocurrido en Cajamarca con lo ocurrido en el Perú durante
los periodos de auge y caída de la producción minera en Cajamarca.
Comencemos con un poco
de historia económica. Hasta 1992, Cajamarca tenía un sector minero muy
pequeño. La entrada en producción de la mina de oro Yanacocha, en 1993, marca
el inicio de una enorme expansión en la producción minera en Cajamarca,
expansión que se mantuvo hasta el 2005. Desde entonces, se paralizaron los
nuevos proyectos y el volumen de producción minera de Cajamarca, al 2011, ya
había caído 42% desde su pico. Tenemos
pues 13 años de auge minero seguidos por 7 años de caída. Para suerte de Cajamarca, los primeros años
de caída de la producción minera se vieron acompañados de fuertes aumentos en
el precio del oro, los cuales compensaron buena parte del efecto negativo (el
2011 los recursos por canon y regalías mineras de la región aumentaron 108%).
Pero la caída reciente del precio del oro está llevando a que finalmente se
comience a sentir plenamente el impacto negativo de la caída en la producción
minera (en el 2012 los recursos por canon y regalías mineras de la región
cayeron 35%). El contraste con el periodo de auge es y será notorio.
No hay datos económicos
regionales entre 1988 y 2000, pero en 1987, el sector minero representaba sólo
el 3.6% de la producción de Cajamarca. Para el 2005 ya representaba el 40%. Entre 1987 y 2005, el producto por
habitante de Cajamarca aumentó 65%, mientras que el producto por habitante del
Perú aumento en sólo 1% (Cuzco, por ejemplo, tuvo una caída de 9%) (ver gráfico 1). El número de establecimientos
de salud en Cajamarca aumentó en 364%, comparado con 104% en el Perú. El
número de líneas telefónicas en Cajamarca aumentó en 1,879%, comparado con 413%
en el Perú. La mortalidad infantil y el
analfabetismo cayeron más en Cajamarca que en el Perú mientras que la población
con educación superior aumentó más en Cajamarca que en el Perú. En todos
los censos entre 1961 y 1993, Cajamarca mostró siempre un menor nivel y un
menor crecimiento que el Perú en cuanto a electrificación, pero entre los
censos de 1993 y el 2007, la electrificación en Cajamarca aumentó, por primera
vez, significativamente más que en el resto del Perú. Entre los censos de 1993
y 2007, casi coincidente con el periodo de auge minero, el empleo en Cajamarca
aumentó 109%, mientras que en el Perú aumentó 62% (ver gráfico 2). Esto pese a que la población de Cajamarca aumentó 12% menos que la
población del Perú en el mismo periodo.
Contrastemos estos
resultados con lo ocurrido en el periodo de caída de la producción minera. Entre el 2005 y el 2011, las últimas cifras
regionales disponibles, el producto por habitante de Cajamarca aumentó en 5%
(menos de 1% al año), mientras que en el Perú aumentó 41% (Cuzco creció 71%) (ver gráfico 1). En el mismo periodo, el
empleo en la región aumentó 2%, mientras que en el Perú aumentó 17% (ver gráfico 2). Con información más
reciente, a abril del 2013, pero sólo para las principales ciudades del Perú,
en los últimos cinco años, el empleo en la ciudad de Cajamarca ha caído 4%
mientras que en las 20 principales ciudades del Perú el empleo ha aumentado
20%. Si el sector minero, aún el más importante de la región, no recupera su
crecimiento, Cajamarca está condenada a una severa, prolongada y creciente
recesión.