La Agenda por Lima
Por Pablo Secada. Habrá algunas restricciones para concretarla. Primero,
los procedimientos burocráticos y formalistas que empantanarían incluso a
reformistas cohesionados, muy bien preparados y experimentados. Segundo, un
equipo de gestión débil en general, si bien es positivo que quién lo lidera y
quienes destacan en el mismo ya no se van como lo hubieran hecho si se
revocaba a la alcaldesa. Tercero, la desconfianza de un sector de la
confluencia y algunos asesores de la alcaldesa respecto de regidores de la
minoría, otros líderes políticos y hasta especialistas independientes. Cuarto,
el macartismo de quienes volvieron a polarizar innecesariamente la campaña,
ignorando la experiencia y argumentos diversos. Quinto, la oposición de quienes
han perdido poder o temen hacerlo. Esta es una visión de la Agenda por Lima (ver
cuadro) que se puede conseguir.
El programa Barrio Mío, que fue la gran discrepancia en el Concejo
cuando se debatieron los presupuestos del 2011 y 2012, ya es una prioridad. Se
requiere de gerencia para cambiar de uso al cerro que ya invadieron miles de
personas, otorgarles títulos de propiedad, preparar perfiles de muros de
contención, caminos, escaleras y lozas deportivas, así como capacidad y peso
político para concretar su ejecución coordinando con municipios distritales,
COFOPRI, SEDAPAL, MEF y el Congreso. Un piloto de Barrio Mío en alianza con el
sector privado, a semejanza de o incluso como parte de FONIE del MIDIS, sería
espectacular. El inicio de una reforma
radical a la “política” en la que se habilite urbanamente grandes terrenos -para
reducir los costos-, se focalice y se subsidie parcialmente la vivienda popular
no solo sería de lujo, sino un gran paso para recuperar la civilización
perdida. El programa de vivienda popular propuesto por Fuerza Social hace
no mucho también requiere de gerencia pública experimentada, además de la
coordinación con el Ministerio y el Programa Mivivienda. Comprar cámaras de
vigilancia, un sistema de reconocimiento de caras y radios Tetra para mejorar
la seguridad en el Cercado de Lima también requiere de gerencia.
Para concretar la agenda de alrededor de S/. 8 mil millones (ver
gráfico) de iniciativas privadas en vías, fundamentalmente, gestión de
tránsito y el sistema de recaudo se requiere acompañar a la Gerencia de Promoción
de la Inversión, imbuida en el proceso burocrático y en el formalismo. El
comité del proyecto Javier Prado podría adquirir una responsabilidad mayor y
reforzarse. El reto principal es promover competencia, lo cual incluye evitar
que la interacción entre el proponente y la Municipalidad la vaya cerrando. Por
suerte hay más interés de inversionistas que nunca. ¿Publicará la municipalidad los estudios de demanda actualizados que
los bancos de inversión pidieron para traer competencia?
Estudios de abogados
de primera línea, confirmando el gran interés de consorcios formalizados e
inversionistas, están expresando dudas y reparos a las bases de la licitación
de los cinco corredores complementarios. Otro comité ad hoc para conciliarlos
sería ideal. Protransporte ya está coordinando
con el MTC, así que la transición de los corredores a las rutas de trenes o
metros no deberá generar sobresaltos. En Javier Prado-La Marina-Faucett el MTC
invertiría US$ 300 millones para hacer una trinchera para el metro bajo la de los
buses y autos que pagarán peaje. La renegociación del contrato del
Metropolitano se podría acelerar y concretar con este esquema de comités ad
hoc.
El MEF aprobó una
emisión de un bono de S/. 580 millones en vez de los S/. 450 millones que se consideró originalmente, lo cual recuerda la solvencia de la Municipalidad y sería el primer
bono “Muni” peruano. Se espera que visitas bien preparadas amplíen el pool de
inversionistas de los institucionales locales a inversionistas chilenos y
colombianos.
Esto
es realista. Pero hay que trabajar duro y no distraernos en absurdas teorías
conspirativas. Desde ayer.