Empresas Públicas Inc.
Por Pablo Secada.
La publicación de un libro de la Corporación Andina de Fomento (CAF) sobre el gobierno corporativo de las empresas públicas nos motiva a escribir este comentario sobre un tema que últimamente ha estado muy presente en los medios. Varias empresas estatales han anunciado reformas de gobierno corporativo, listados de acciones en la Bolsa de Valores de Lima (BVL) y emisiones de deuda, así que el libro de CAF, donde trabajó el ministro Castilla buen parte de su carrera, no pudo ser más oportuno.
En una empresa privada se entiende gobierno corporativo como el conjunto de medidas y políticas que aseguran que estén alineados los intereses de los gerentes y de los accionistas -especialmente los minoritarios- de una empresa. Directores independientes profesionales, comités de vigilancia que dirigen a auditores independientes de primera línea, comités de gestión que reciben informes producidos a partir de la contabilidad de gestión para tomar decisiones, planes estratégicos efectivos no “misiones” y “visiones” que parecen slogan de comerciales, protocolos familiares en el caso de empresas familiares, entre otros instrumentos, son los ingredientes típicos de las reformas de gobierno corporativo en empresas privadas.
Hasta hoy, la mayoría de empresas privadas peruanas ha avanzado poco en estas reformas. Prefieren mantener un manejo tradicional que se asemeja a como sus antepasados, quizás, manejaron sus chacras en el Perú semifeudal de hace algunas décadas. Prefieren ser los dueños del 100% de una empresa más pequeña a ser dueño parcial y controlar, a veces con porcentajes minoritarios, una empresa más grande con mayores perspectivas de éxito, incluyendo el pleno acceso al mercado de capitales local e internacional.
Como se imaginarán, en parte por lo que hemos descrito en empresas que al menos tienen que rendir cuentas a sus gerentes/directores/accionistas, la adopción de reformas de gobierno corporativo en la mayoría de empresas públicas probablemente comenzará a modo de maquillaje que no les impida seguir con sus prácticas habituales. Esta visión se sustenta en la teoría económica, la teoría de la elección pública, la ciencia política, nuestra experiencia y la experiencia internacional. Las fallas de Estado, la debilidad institucional, la generación de rentas o clientelas políticas son todas realidades que no debemos ignorar. No obstante, por limitado que sea su resultado, una reforma de gobierno corporativo es bienvenida. Limarle las uñas al dragón es mejor que no hacerlo. Matarlo no es una opción.
Algunas sugerencias prácticas para que esta reforma no se diluya (tanto). Primero, el mercado de capitales puede introducir disciplina en las empresas púbicas, pero esto es realmente relevante sólo si las empresas tienen que usar al mercado de capitales como fuente importante de fondeo para sus operaciones. Si deben recurrir al mercado de capitales internacional esto es aún más cierto, dadas las limitaciones que aún existen en nuestro mercado local. Que una empresa, estatal o no, esté preparada para responder a las preguntas e inspirar confianza a los participantes especializados del mercado de capitales internacional es una importante señal de capacidad organizacional y gerencial. Además, si el mercado es la fuente del fondeo de la empresa y no hay garantías fiscales de por medio entonces los contribuyentes no estaremos obligados a financiar las aventuras empresariales de las empresas públicas.
Segundo, el gobierno debe elegir por concurso público internacional auditores financieros, de gestión, procesos y recursos humanos para todas las empresas públicas. Los resultados de estas auditorías deben ser presentados ante FONAFE (ver cuadros) y el Congreso. Tercero, una reforma del servicio civil -que no gire alrededor de la ENA- debe incluir y priorizar a las principales empresas públicas, entre otras instituciones y programas públicos. La selección de personal en las empresas públicas debe hacerse con el apoyo de empresas líderes de recursos humanos elegidas por concurso público. ¿Se animan al menos a cortarle las uñas al dragón?