Cuidando las pensiones: errores en la regulación de inversiones de las AFP
Por: Miguel Palomino
Buena parte del debate sobre la política de inversiones de las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP) está profundamente mal enfocado. El principal objetivo de la reforma previsional es mejorar las pensiones de manera sostenible para el mayor número de personas y al menor costo posible. Eso quiere decir obtener la máxima rentabilidad ajustada por riesgo para los fondos de pensiones, lograr que el sistema tenga la máxima cobertura posible y asegurar que sea eficiente y competitivo. Lo demás es secundario.
Por ello, el debate sobre el porcentaje de las inversiones de las AFP que debiera poder invertirse en el resto del mundo no se debe centrar en su efecto sobre el mercado cambiario o sobre el desarrollo del mercado de capitales peruano, además de que los argumentos al respecto usualmente malentienden el verdadero efecto. El debate debe centrarse en qué es mejor para la rentabilidad ajustada por riesgo de los fondos de pensiones.
Hoy, la ley determina que el límite máximo de inversión en el extranjero es de 50%, pero esta cifra tope puede ser menor según determine el Banco Central (BCR), con la opinión de la Superintendencia de Banca Seguros y AFPs (SBS). El BCR fijó el límite en 30% pero hace ya tiempo que esta cifra está en revisión, con la intención de aumentarla. Entendemos que para poder tomar una decisión falta la opinión de la SBS, que no se pronuncia al respecto.
El hecho es que el actual límite de 30% a las inversiones en el exterior, junto con la enorme cantidad de fondos que administran las AFPs y el pequeño tamaño de nuestro mercado de capitales lleva a una situación muy indeseable. El exceso de fondos locales de las AFPs hace que las corporaciones y el gobierno que se financian en el mercado obtengan financiamiento barato: los afiliados y pensionistas los subsidiamos a costa de nuestras pensiones.
Para quienes piensen que el dinero de las AFPs se debe quedar en el Perú les repetimos que dichos fondos deben invertirse para beneficio de los pensionistas, no para que “hagan el bien” en algún otro sentido. Nadie quisiera que sus cuentas de ahorro se invirtieran en lo que algún burócrata decida es “para beneficio del Perú” aunque fuera malo para sus ahorros. Además, la cantidad de fondos disponibles es más que suficiente para financiar inversiones locales si la SBS lo permitiera.
Quizás el principio más importante de las finanzas es que se debe diversificar las inversiones para manejar adecuadamente el riesgo. Lo absurdo del actual límite de inversiones en el exterior queda evidenciado al comprobar (ver gráfico), que el mercado de acciones peruano representa sólo el 0.2% del índice MSCI de mercados accionarios mundiales (2.1% del 9.5% es 0.2%). Cifras semejantes se dan para otros tipos de activos peruanos. Invertir el 70% de los fondos de retiro de millones de pensionistas en un mercado que representa una fracción de 1% de las oportunidades de inversión mundiales es peor que poner todos los huevos en una canasta: es como poner todas las canastas en un solo huevo.
Un argumento que nos parece pueril es que es mal momento para que las AFPs inviertan más afuera porque hay una crisis internacional. Justamente por ello las valoraciones de algunos activos internacionales son atractivas y la diversificación se justifica aún más. Un buen administrador de inversiones tomaría ventaja de dicha oportunidad para el largo plazo. Además, el exceso de fondos en el mercado peruano lleva a que los activos peruanos no sean en general baratos y no existan suficientes activos atractivos. Las AFPs tienen dinero en depósitos bancarios muy superiores a su necesidad de liquidez y el riesgo de una burbuja de activos es significativo y creciente si persiste el exceso de demanda actual.
Como hemos mencionado antes (ver IPEOpinión) la regulación de inversiones del SPP peruano es lamentable y requiere urgentemente de una reforma. No perdamos más tiempo en discusiones que no son parte del mandato legal del SPP ni tienen ninguna validez técnica.