SE BUSCA: peruanos confiables
La Constitución Política del Perú establece requisitos simples para ser congresista: ser peruano de nacimiento, 25 años cumplidos, gozar del derecho de sufragio y estar inscrito en el Registro Nacional de Identificación y Estado Civil. No se exige contar con estudios superiores, algún grado académico o tener experiencia laboral, aun cuando esto sería deseable.
Si bien las barreras de entrada son muy bajas, lo cierto es que hay muchas cosas en juego en las próximas elecciones parlamentaria y general. En la del 2020, la tarea es completar la reforma política y judicial y elegir a los nuevos miembros del Tribunal Constitucional. En la del 2021, hay que conformar un equipo que sea capaz de impulsar las reformas que necesitamos para afrontar los próximos doscientos años de nuestra historia.
¿Qué requisitos deben cumplir?
Al no poder exigir competencias profesionales, al menos hay que tratar de identificar un conjunto de valores y habilidades blandas claves en los perfiles de los futuros congresistas. El problema es que hay mucho escepticismo sobre la posibilidad de encontrar a peruanos confiables que puedan cumplir esa tarea, debido a todos los personajes de la política que se han visto comprometidos en denuncias que van desde incumplimiento de asistencia familiar (no pagar alimentos para sus hijos) hasta el presunto patrocinio ilegal y tráfico de influencias.
La buena noticia es que hay peruanos que comparten muchos de esos valores y habilidades blandas que necesitamos en el Congreso. Aquellos que sí valdría la pena “clonar” .
Los futuros congresistas que quieran hacerse merecedores de nuestros votos deberían tener la honestidad de los niños de Antauta, la solidaridad de Ricardo Pun, la persistencia de Gladys Tejeda, la capacidad de construir relaciones para la acción conjunta de Victor Auri, la orientación al ciudadano de don Carlos, la sensibilidad interpersonal de los Chef de la vanguardia gastronómica peruana, la preocupación por el ambiente de José Adolfo Quisocala (niño del ECOBANCO) y la búsqueda del conocimiento de Mónica Martínez.
¿Quiénes son estos peruanos que deberían inspirar la elección de los futuros congresistas?
Honestidad. Seis niños del distrito de Antauta, Melgar en Puno devolvieron una billetera con S/1500 que encontraron mientras jugaban en la plaza del mismo distrito en agosto de este año. Si bien en un reciente estudio sobre honestidad cívica se ubica a los peruanos en los últimos lugares, estos niños son un ejemplo de la honestidad que debemos exigir a los candidatos.
Solidaridad. Ricardo Pun Chong, reconocido como Héroe de CNN de 2018, es un médico que sabe muy bien qué significa ayudar a otros sin esperar nada a cambio. El doctor Pun creó el albergue Inspira para apoyar a pacientes del Instituto Nacional de Enfermedades Neoplásicas (INEN) y el Instituto Nacional de Salud del Niño que no cuentan con recursos económicos. “Inspira” proporciona alojamiento, comida y apoyo gratuito para los pacientes y sus familiares. Los futuros padres de la patria deben emular al doctor Pun y tener claro que su principal tarea es contribuir a mejorar la vida de los peruanos.
Persistencia. Gladys Tejeda, medalla de oro en los Panamericanos 2019, es quien mejor caracteriza la constancia y la tesón que necesitan los padres de la patria para contribuir a mejorar la vida de los peruanos. Solo con persistencia se puede hacer cosas tan importantes como impulsar normas que impidan que los peruanos enfermos de cáncer mueran porque no pueden comprar las costosas medicinas para luchar contra la enfermedad.
Capacidad para construir relaciones para la acción conjunta. Victor Auri, un comunero de Allauca en Yauyos, es un buen ejemplo de que si se trabaja en equipo casi no hay nada imposible. Su silencioso esfuerzo para comprometer a su comunidad ha sido fundamental para que hoy día ésta tenga un reservorio de agua a 4100 msnm, gracias al cual tienen un bosque de pinos con riego tecnificado, han recuperado pastos para su ganado e instalado zanjas de infiltración para aprovechar el agua de las lluvias. Para él, la clave para conseguir buenos resultados es buscar el beneficio de todos y no el beneficio personal. Ese es el espíritu que necesitamos en los futuros padres de la patria.
Orientación al ciudadano. Don Carlos es un vendedor de verduras del distrito de Miraflores. Trabaja hace más de 20 años en una calle emblemática del Cercado del distrito donde los vecinos lo dejan instalarse cada mañana hasta las 14:00 horas. Quienes le conocen saben muy bien que pueden confiar en que no olvidará traer en su triciclo lo que cada uno de sus clientes le encargue. Además, al final de su compra, no dudará en regalarle con un ramito de sus hierbas aromáticas preferidas. Don Carlos nunca ha ido a un curso que le diga cómo atender a todos los que votan por él cada semana, pero sabe muy bien que la clave de su éxito es saber hacerlo.
Sensibilidad interpersonal. La vanguardia de chefs que está escribiendo las páginas más emblemáticas de la historia de la gastronomía peruana ha sabido mostrar que la búsqueda del éxito no es incompatible con la revalorización de nuestra biodiversidad y con el reconocimiento del trabajo de productores y pescadores artesanales. Los futuros congresistas tienen que tener esa misma capacidad para comprometerse con lo nuestro.
Preocupación por el ambiente. José Adolfo Quisocala, el niño que dirige el EcoBanco del Estudiante en Arequipa a través del cual otros niños entregan residuos para reciclaje a cambio de dinero que se les abona en una cuenta de ahorro que acumulan hasta conseguir la cantidad de lo que necesitan para cumplir su “sueño”, personifica muy bien la preocupación sobre el cuidado del medioambiente que deben tener los futuros padres de la patria, así como la responsabilidad sobre el uso del dinero, -en este caso- de todos los peruanos.
Finalmente, si en la lista de postulantes encontramos perfiles como el de Mónica Martínez, quien con apenas 17 años ha ganado dos ediciones de la Olimpiada Internacional de Matemática y recientemente ha participado de una cumbre mundial donde pudo perfeccionar sus habilidades analíticas y cuantitativas, será ideal. Cuanto más preparados estén los futuros congresistas podrán representarnos mejor.
Como ciudadanos tendremos el desafío de elegir a esos líderes políticos que contribuyan a fortalecer a las instituciones que son la columna vertebral de cualquier democracia. No podemos ser indiferentes frente a la crisis de las instituciones que vive nuestro país, pero sobre todo frente a la ausencia de liderazgos que generen confianza.
No desperdiciemos nuestros votos en quienes no los sabrán honrar.