CANTAGALLO ¿OPORTUNIDAD PERDIDA?
Por: Aldo Facho Dede
La obra que honraría la promesa hecha a la comunidad Shipibo-conibo debería ser vista como una oportunidad no solo para la recuperación de Cantagallo, sino también para la construcción del gran Parque Bicentenario.
Los avances en el proceso de ejecución de las viviendas para la comunidad Shipibo-Conibo que habita en el islote de Cantagallo[1] ha sido noticia en las últimas semanas. Como parte de ello, se ha publicado una imagen en la que se da a entender que se estaría construyendo un condominio de casas rodeado de un muro perimetral, con lo cual finalmente se cumpliría la promesa que les hizo el entonces presidente Pedro Pablo Kuczynski luego del fatídico incendio que se llevó sus hogares en el año 2016.
Como recordamos, esta comunidad fue traída por el hoy prófugo Alejandro Toledo para la marcha de los Cuatro Suyos. Luego de la marcha, ocuparon de forma ilegal parte del islote, construyendo unas viviendas precarias que, con el paso de los años, se fue consolidando como su hábitat. Antes de ellos, Cantagallo ya estaba parcialmente ocupado por depósitos y botaderos que impactaban de forma negativa su entorno urbano y natural.
Pero Cantagallo podría ser más. El islote es un maravilloso espacio de conformación natural cuya área se asemeja a la del Parque Ramón Castilla de Lince (10 hectáreas), y que se encuentra en el tramo del río Rímac que cruza el Centro Histórico de Lima. Y son justamente los distritos del Cercado de Lima y del Rímac los que tienen menos áreas verdes por habitante en la metrópoli: no llegan a 2 m2 (según cifras del MIMAM[2]) cuando los estándares internacionales recomiendan entre 8 y 10m2 por habitante.
El derecho a la vivienda, si bien fue suprimido como tal en la Constitución de 1993, es un derecho elemental ciudadano, pues habilita el desarrollo del derecho a la vida (Cap. 1, Art. 1). En ese sentido, es vergonzoso que el Estado Peruano y la Municipalidad Metropolitana de Lima hayan postergado por cuatro años el apoyo a la comunidad Shipibo-Conibo.
Existen otros derechos que también debemos resguardar: el derecho al libre desarrollo y bienestar (art.1), así como el derecho a la salud (art.7), para los cuales está ampliamente probado que las áreas verdes y de esparcimiento tienen un impacto positivo en la salud y calidad de vida de las personas. Convertir Cantagallo en un gran parque Metropolitano aportaría 0,6 m2 de área verde por vecino del distrito del Rímac.
Y si hablamos de Cantagallo, también podríamos hablar del Parque del Río Rímac (el “Proyecto Río Verde”), cuyo conjunto podría aportar cerca de 25 hectáreas de áreas verdes y recreativas a los vecinos del Rímac y del Cercado de Lima, que equivalen a una vez y media el Campo de Marte.
La Municipalidad Metropolitana de Lima, desde el año 2011[3], tuvo la responsabilidad de haber iniciado la recuperación de este gran espacio, y la regeneración integral del área urbana colindante. Durante la gestión de Villarán se avanzó con las negociaciones para el traslado de la comunidad Shipibo-Conibo, y se llegaron a presentar propuestas para su reubicación. Sin embargo, durante la gestión de alcalde Castañeda se postergó de forma inexplicable la ejecución de las viviendas, y se canjeó el Parque del Río Rímac por los baipases de la avenida 28 de julio; desperdiciándose así la oportunidad de recuperar este importante espacio.
Por ello, la anunciada obra que honraría la promesa hecha a la comunidad Shipibo-conibo debería ser vista como una nueva y mejor oportunidad para generar un proyecto integral que permita la recuperación no sólo del islote de Cantagallo, sino de las riberas del río Rímac y de los espacios urbanos colindantes; para lo cual se podría contar con la comunidad Shipibo-conibo como actores activos en el cuidado y defensa de tan importante espacio público.
El Centro Histórico de Lima y sus vecinos merecen una obra a la altura del legado histórico que representan. Qué mejor oportunidad que el Bicentenario de nuestra República para recuperar el río que simboliza el origen de nuestra Lima Milenaria, cuyos canales hicieron verde al árido desierto, y que hoy siguen vivos discurriendo entre parques y avenidas en su camino al mar.
Si existe un lugar donde debiésemos todos estar imaginando el Parque Bicentenario, es justamente este. Subamos la apuesta, estamos aún a tiempo.
[1] https://elcomercio.pe/lima/obras/cantagallo-asi-sera-el-nuevo-conjunto-habitacional-de-la-comunidad-shipibo-konibo-noticia/
[2] https://sinia.minam.gob.pe/indicador/998
[3] https://www.defensoria.gob.pe/blog/cronologia-caso-comunidad-indigena-urbana-shipibo-konibo-de-cantagallo/