Vía crucis y retos de corto plazo en el MEF
El Gabinete de Aníbal Torres cumplirá mañana una semana, y las expectativas sobre su futuro son pesimistas, aun si lograra obtener el voto de confianza en el Congreso. La última encuesta de Ipsos que hoy difundimos revela que el 51% de peruanos desaprueba al designado presidente del Consejo de Ministros.
Desde el 28 de julio, cada semana se enfrentan sobresaltos generados por el propio gobierno del presidente Pedro Castillo que derivan en una creciente incertidumbre que ocurre desde el ámbito económico, así como en las relaciones confrontacionales con el Congreso, en la designación de funcionarios no idóneos, denuncias de corrupción, silencios cómplices frente a las acusaciones y la “fresa sobre el chantillí” ha sido poner en riesgo la política de salud y vacunación con el nombramiento del ministro Hernán Condori en la cartera de Salud, que no merece siquiera la confianza de sus propios colegas del Colegio Médico. En suma, se designó a un vendedor de “sebo de culebra” para cumplir con la cuota que exigía Vladimir Cerrón.
Bajo ese escenario, ¿qué esperar del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF)? Uno de sus retos principales será contener los autogoles del Gobierno, empezando por el propio mandatario. Óscar Graham, a diferencia de Pedro Francke, por su trayectoria profesional -una buena parte desarrollada en el jirón Junín- tiene la convicción de las bondades de la economía de mercado. Ese antecedente es muy importante. Queda ahora por saber si sabrá sortear con propuestas y muñeca política el populismo económico desde el interior del Ejecutivo, así como de diversas bancadas parlamentarias. Para poner como ejemplos de su compleja tarea están la devolución de los aportes al Fonavi y el intento de un nuevo retiro del fondo de afiliados de las AFP.
La primera intervención pública de Graham ha sido observar el proyecto del Congreso que pretende devolver S/ 42,000 millones a los exaportantes del Fonavi. No ha cerrado la puerta a una devolución y más bien ofreció entregar S/ 6 mil millones; pero advirtiendo que fiscalmente es inviable devolver el monto inicial y comprometiéndose a elaborar una propuesta. Esa será su batalla más próxima, pues esta semana la Junta de Portavoces puede decidir si se debate la insistencia de la iniciativa legislativa.
La siguiente batalla en febrero será convencer a la mayoría de congresistas de la inconveniencia de acordar un nuevo retiro de los fondos de las AFP para los afiliados, con lo cual se terminará de desnaturalizar el Sistema Privado de Pensiones y sin debatir una alternativa que deje sin recursos a los trabajadores para su jubilación, salvo hambre para el mañana. Justamente esta semana la Comisión de Economía debatirá un proyecto conjunto a base de las ocho iniciativas presentadas.
¿Podrá el MEF asumir tareas que permitan recuperar el rol que tenía hace 10 años? Difícil reto. El perfil de Graham permite abrigar esperanzas de que es posible retomar algunos temas de agenda de mediano plazo, pero dependerá de qué tan acompañado estará en el Gabinete y de si realmente quiere encargarse de esos retos en un escenario político como el actual. Por lo pronto, tal como adelantó su antecesor, deberá reconstituir hasta marzo parte del Fondo de Estabilización Fiscal y mostrar ejemplos de que es posible en el gobierno de Castillo atraer inversión privada. Hasta ahora, solo hay mensajes de buena voluntad. La solución del conflicto de Las Bambas y poner en marcha algunos proyectos mineros de la sempiterna cartera de US$ 53,000 millones, que se mencionan como una letanía, pero no se busca su ejecución.
En todo caso, el MEF no podrá escapar a la crisis política, y por eso mantener una ruta crítica de algunas decisiones claves puede ser un buen punto de partida en el corto plazo.