Con sesgo a la baja
Los resultados de la evolución del PBI de diciembre revelan que por octavo mes se desaceleró el crecimiento y entramos peligrosamente en una ruta de estancamiento. No se dejará de expandir la economía, pero estará más cerca al 1% que las expectativas de 3% que se tenían a inicios de año. Por lo pronto, la última proyección de Apoyo Consultoría, presentado en el SAE, sobre el aumento de las ventas de las empresas en el mercado interno será tan solo de 1.4% este año, cuyas estimaciones sectoriales presentamos en esta edición. A inicios de mes, Elmer Cuba, economista socio de Macroconsult, consideraba que el crecimiento proyectado para este año es de 3%, pero la sensación de los negocios será de 1%.
Los resultados adelantados de enero en consumo de cemento y producción eléctrica revelan una contracción de 3.6% en el primer caso y un incremento similar a diciembre en el segundo caso, mes en que se había desacelerado. Es decir, hay un sesgo a la baja que puede reflejarse en un estancamiento.
A lo anterior hay que añadir, tal como advertimos la semana pasada, las pruebas ácidas que en el corto plazo enfrentará el ministro de Economía, Óscar Graham. Una de ellas, en conjunto con los otros ministerios y los gobiernos subnacionales, será el cumplimiento de la ley aprobada por el Congreso para que los altos funcionarios como viceministros y directores generales en 30 días tengan que sujetarse a los nuevos requisitos mínimos para ejercer sus cargos, de lo contrario tendrán que retirarse del aparato estatal. Su cumplimiento, dada la total falta de idoneidad en la mayoría de los casos , resulta crucial para frenar el deterioro de la calidad del servicio público. Y es una decisión que deberá adoptarse en la segunda quincena de marzo. Si bien es una responsabilidad de varias instituciones, es importante el liderazgo que pueda ejercer Graham.
El otro reto es el concurso público para la elección de los presidentes de los organismos reguladores al vencerse la vigencia de los actuales. Este proceso está a cargo de la Presidencia del Consejo de Ministros y es vital que haya la mayor transparencia de la comisión de selección, tanto de los miembros permanentes del MEF y PCM, y sobre todo de los miembros no permanentes que pertenecen a los ministerios de Energía y Minas, Vivienda, y Transportes y Comunicaciones, estos tres últimos con titulares de cartera muy cuestionados.
A la par habrá tres decisiones que el MEF tendrá que tener que afrontar en las próximas semanas. Una de ellas será consensuar una salida con el Congreso para atender la devolución de S/ 6,600 millones a los aportantes del Fonavi y que el Parlamento pretende que sea de S/ 42 mil millones.
Graham ya advirtió los riesgos para la sostenibilidad fiscal, pero el fin de semana el presidente Castillo expresó que se “devolverá a los fonavistas hasta el último centavo”. La segunda decisión es convencer al interior del Ejecutivo, incluido al propio mandatario, que la revisión de los contratos, como el de los peajes, tiene su camino y este no pasa por anunciarla populistamente por un tuit.
Por último, en las próximas semanas, luego de haber cumplido su periodo, se retiraría la jefa de la Supertintendencia de Banca, Seguros y AFP. La SBS es un organismo clave y sensible como el Banco Central y se encuentra dentro del ámbito del MEF. Elegir a su reemplazante puede despertar apetitos que, lamentablemente, han ocurrido en varios organismos públicos.
Mientras tanto, las principales decisiones de políticas públicas se encuentran paralizadas, se suspenden licitaciones como la de las bandas 4G y 5G, y la incertidumbre política estará en agenda hasta el 8 de marzo cuando se presente el gabinete Torres y se conozca la inclinación del voto de confianza. Y los riesgos del entorno político fragmentado pueden afectar la calificación crediticia del país, como acaba de advertir Standard & Poor’s en gestion.pe.