Entre expectativas y dudas
Este fin de semana se conocerá el comienzo del resultado de la evolución del PBI en noviembre y recién en febrero el del 2021. Si bien hay consenso de que el año pasado se creció 13.4% y se superaron los niveles prepandemia en varios sectores económicos, también es claro que en buena parte es producto del efecto rebote, tras lo obtenido en el 2020 y del impacto de los altos precios de los minerales.
Lo que muestre el INEI es importante, pues permitirá saber si hay una desaceleración del ritmo de recuperación y cómo se vislumbra por tanto el verano. El último informe del LatinFocus Consensus Forecast divulgado el mes pasado da cuenta de que los principales analistas y bancos estimaban un crecimiento de 3.2% para este año que es menor a lo que proyectaban hace 90 días: 3.8%.
A nivel de las expectativas empresariales y de los consumidores se mantienen los niveles de pesimismo. En el caso de las 284 principales compañías del país, el resultado de la última encuesta del Banco Central refleja que no se recupera el optimismo sobre el devenir de la economía para los próximos tres y 12 meses, respectivamente, ni tampoco la intención de contratar personal.
En tanto, se incrementan las expectativas de mayor inflación y tal como advierte el propio Banco Central se sitúan por encima del límite superior del rango meta. Ahora se espera que recién a fin de año converja el resultado hacia el rango meta, que se ubica entre 1% y 3%.
Aun con esas percepciones hay que remarcar que se mantiene la fortaleza macroeconómica del país y precios claves para la economía al alza como las cotizaciones de los minerales como el cobre y el oro. Sin embargo, hay que evitar el triunfalismo que en los últimos días exhiben algunos funcionarios del gobierno del presidente Castillo, que prefieren destacar lo sucedido el 2021, pero mantienen silencio sobre sus proyecciones para este año.
Las dudas se sitúan en el futuro del inquilino del despacho del MEF y en saber qué tanto se mantendrá la orientación de la política económica. En las últimas semanas más de un congresista que se reunió con el mandatario reveló que habrá cambios en el gabinete, al punto que la agencia Bloomberg mencionó como una posibilidad que no siga Pedro Francke en el jirón Junín. Lo cierto es que Castillo ha hecho varias promesas desde que superó la moción de vacancia, aunque hasta ahora nada ocurre, más allá del entusiasmo que se generan en algunos empresarios.
Todo indica que, al igual que en los primeros cinco meses del Gobierno, la incertidumbre marcará el ritmo y se alejan las posibilidades de que se recupere la inversión privada y con ello se eleve el PBI potencial. De lo que sí hay certeza es que continuará la política de entregar bonos, más aún cuando a inicios de octubre se llevarán a cabo las elecciones regionales y municipales donde es de esperarse que Castillo espere tener presencia con algunos triunfos en las regiones y alcaldías.
Otrosí digo: Tal como advertimos hace cuatro semanas, se venció el plazo de la comisión formada para la masificación del gas y la renegociación del contrato con el consorcio de Camisea y no se presentó el informe. Se extenderá el plazo, tal como anticipamos también. Más bien Castillo prefirió designar como presidente de Perupetro a un arquitecto del cual no se conoce qué tanto sabe de la actividad de hidrocarburos.