El momento exportador
La exportación es una de las actividades que también sufre el impacto de la pandemia del covid-19. Sin embargo, el alza de los precios de las exportaciones mineras mitigó la repercusión, tal como se registra en los últimos meses.
En julio el valor de las exportaciones alcanzó US$ 3,612 millones, si bien fue menor en 14.4% respecto al mismo mes del año pasado, registró un incremento respecto a junio del 2020, tanto a nivel de los productos tradicionales como de los no tradicionales. El resultado refleja una desaceleración de la caída de las exportaciones que se observa desde el mes de mayo.
Sin embargo, el número de las empresas exportadoras se redujo en 14.6% durante el primer semestre, según ADEX. El año pasado había 5,879 compañías exportadoras en los primeros seis meses. En el mismo periodo del 2020 disminuyeron a 5,022. Mientras que el número de micro y pequeñas empresas exportadoras se redujo de 5,189 a 4,381.
Indudablemente, la cifra muestra el impacto de la pandemia del covid-19.
En la actual coyuntura hay que frenar esa mortandad. Y más bien enfocarse en la ampliación de la base exportadora. De lo contrario, se puede perder conocimiento y experiencia acumulada de varias mypes que la adquirieron en los últimos años .
El proceso de apoyo a las empresas exportadoras ha tenido altibajos. El esquema de consejeros comerciales no ha contado siempre con el apoyo del Ministerio de Comercio Exterior y Turismo, salvo en su primera etapa. Cada titular del sector ha hecho cambios que muchas veces han significado marchas y contramarchas. Por ejemplo, el último concurso convocado para seleccionar a consejeros comerciales en cinco oficinas que aún no cuentan con representante titular fue declarado desierto por una serie de hallazgos iniciales de la Oficina de Control, aunque después el informe eliminó lo que decía al inicio: “situaciones adversas”, que estaban vinculadas básicamente con los cambios adoptados que no guardaban mucha relación con la normatividad vigente de los concursos públicos.
A lo anterior hay que agregar que en los últimos años Promperú ha perdido la eficacia del pasado, por lo que es de esperar que en el siguiente Gobierno haya una renovación en los funcionarios a fin de retomar el empuje que el sector exportador necesita. Los gremios empresariales han tenido en más de una ocasión una actitud complaciente a veces y diletante en otras. Si no se hacen correcciones, el esquema habrá perdido su razón de ser.
Las proyecciones para el cierre de este año muestran que el Ministerio de Economía y Finanzas es más optimista que el Banco Central de Reserva (BCR).
Un factor importante también será la tendencia de los precios. Hasta el momento las cotizaciones del cobre y el oro reflejan las demandas, por un lado, de China, y por otro lado, la incertidumbre que existe en el mercado y que conlleva a que los inversionistas se refugien en el metal precioso. En algunas proyecciones, como la de Thorne & Associates, se estima que los términos de intercambio se incrementarán en 4.5%.
En todo caso, es importante no solo confiarse en los vientos favorables de los precios del cobre y del oro, sino también en el empuje de las empresas peruanas, que podría ser mayor.