Repensar la descentralización
Hoy se cumple el día 168 del Estado de Emergencia decretado debido a la pandemia del covid-19, en momentos en que se aprecian algunas señales de avance en la lucha contra el coronavirus, como el descenso de los excesos de fallecidos, según el Sinadef, y la disminución de la tasa de positividad en algunas regiones.
A su vez, mañana ingresamos a un mes clave, pues el 30 de setiembre vence el plazo para que los candidatos a las elecciones del 2021 puedan inscribirse ante el Registro de Organizaciones Políticas del JNE y así quedar habilitados de participar en los próximos comicios.
Esta última fecha es uno de los primeros hitos del cronograma electoral, y por tanto es conveniente empezar a debatir temas esenciales para el próximo periodo gubernamental. Así como es necesario, por ejemplo, que la reactivación no se dé de forma desordenada y repitiendo los errores del pasado, que se rescaten las políticas de diversificación productiva para impulsar nuevos motores de crecimiento y que se mejoren las capacidades en el Estado. También se requiere repensar la descentralización, muy venida a menos en los últimos años.
“La implementación de las acciones en el Estado no suele ser tomada con el mismo interés que el diseño de las medidas”
Las capacidades no solo tienen que ver, como decíamos hace una semana, con el diseño de políticas públicas, sino también con la implementación de las mismas, que muchas veces resultan siendo el principal talón de Aquiles, sobre todo a nivel de los gobiernos regionales y los locales. La implementación de las acciones en el Estado no suele ser tomada con el mismo interés que el diseño de las medidas, pese a los graves problemas que hay en el funcionamiento de los gobiernos regionales y municipales.
Es por eso que justamente se debe repensar la descentralización, que se inició en el Gobierno de Toledo, y que, más allá de las normas escritas, tiene un cumplimiento que se encuentra muy lejos de las expectativas que se generaron.
Años atrás, en una mesa redonda organizada por Gestión, Waldo Mendoza, hoy presidente del Tribunal Fiscal, planteó hacer un alto en el camino proponiendo “recentralizar” algunas de las funciones delegadas a los gobiernos regionales, para luego proceder a una descentralización diferente y eficiente.
Esto último tiene que ver, por ejemplo, con lo que es evidente: la falta de ejecución del gasto público, sobre todo de la inversión, que en el interior del país, en los últimos años, ha implicado una subejecución de los proyectos. Actualmente, cualquier política expansiva, como la que hoy se intenta realizar, choca con los problemas a todo nivel en la administración estatal.
El debate de los problemas de descentralización y sobre todo las alternativas de solución, debe formar parte de la agenda de propuestas para cualquier organización política que pretenda gobernar a partir de julio del 2021.