A recuperar el sentido de la urgencia
Los escenarios de la situación de la economía que se proyectan para los próximos meses son en el mejor de los casos cautelosos y están muy lejos del optimismo que se tenía a inicios de año.
Desde ya han comenzado a disminuir las estimaciones de crecimiento, incluyendo las del Banco Central de Reserva y del Ministerio de Economía.
Mientras tanto, mes a mes disminuye la confianza empresarial y de los consumidores, en tanto que el gobierno del presidente Vizcarra sigue concentrando sus fuerzas en la aprobación de las reformas política y judicial, así como en la lucha contra la oposición en el Congreso. Los temas económicos están lejos de su interés, y pese a haber otorgado la licencia de construcción al proyecto de Tía María, la débil defensa que hace de la decisión y la pobre reacción del Ejecutivo revelan más bien que no se tenía convencimiento de la medida adoptada.
Como más de una vez han dicho varios analistas, uno de los más serios problemas que tiene el manejo de la política económica de la administración Vizcarra es la falta del sentido de la urgencia.
Por eso, recuperar la confianza de los agentes económicos implica que al interior del Gabinete y sobre todo del mandatario se perciba que es urgente adoptar medidas para recuperar el dinamismo de la economía. La decisión es ahora y no para las calendas griegas.
Con todo lo importante que pueden ser las reformas política y judicial, es claro que su incidencia en la economía no necesariamente tendrá el impacto que desde Palacio de Gobierno quisieran. En la entrevista que en esta edición brinda el economista Bruno Seminario queda en evidencia la difícil situación que vive la economía, cuyas soluciones no dependen en muchos casos del avance de las reformas ni del ruido que genera el enfrentamiento entre el Ejecutivo y el Congreso.
Pero, como si todavía faltaran problemas, el entorno internacional sigue complicado y ya no favorable para las economías de países emergentes como el Perú. El menor crecimiento mundial y la guerra comercial entre Estados Unidos y China repercute negativamente en las exportaciones y sus precios.
En tanto, como sucede todos los años, las esperan zas están cifradas en el mensaje del presidente Vizcarra ante el Congreso el 28 de julio. Sin embargo, la mayor incertidumbre es sobre los pasos políticos que pueda dar el jefe de Estado más que las medidas concretas que pueda adoptar en materia económica.
El tan esperando Plan Nacional de Competitividad puede pasar desapercibido si en el mensaje presidencial no se anuncia alguna medida concreta o, lo que sería peor, se propone la conformación de comisiones para elaborar medidas de los lineamientos del plan en los próximos meses. Eso sería desperdiciar la última oportunidad que tenga el Gobierno actual para dejar un legado.
Pero aún queda la posibilidad de que el presidente del Consejo de Ministros y el resto del Gabinete reaccionen planteando al mandatario que ya no se pueden seguir postergando decisiones.