Quo vadis el nuevo Gabinete?
Hace siete días, Salvador del Solar asumió la Presidencia del Consejo de Ministros con ocho cambios en los ministerios y estrenando un Gabinete paritario.
Las primeras declaraciones de algunos de sus integrantes por ahora no ofrecen con claridad el camino que se tomará. Hay incertidumbre sobre si se continuará por una ruta beligerante o si se seguirá la propuesta de Del Solar, que ofrece diálogo y no confrontación.
En tanto, mientras, por un lado, se exigen reformas, la agenda del ciudadano de a pie está más vinculada a temas de su vida diaria, como la inseguridad en las calles y una mejor atención de los servicios públicos, como el agua.
Por lo general, se espera que un cambio ministerial sea un refresco para el presidente de turno, y eso se verá reflejado en las encuestas, que, aunque criticadas son una aproximación de la percepción de la población.
La agenda que enfrenta el nuevo Gabinete está marcada, entre otros hechos, por los conflictos sociales. Es el caso de Las Bambas, que ya lleva 42 días sin encontrar una solución. Hasta ahora, el diálogo es infructuoso y el impacto del bloqueo de carreteras, en caso de prolongarse el conflicto, puede ser muy dañino no solo para la minería, sino principalmente un golpe para la autoridad del Gobierno.
Pero no solo se trata del conflicto en Las Bambas, sino de que aquellos que lograron “solucionarse”, se hicieron de forma inadecuada, como el acuerdo con los transportistas y la rotura del Oleoducto Norperuano.
Otro punto por atender es la demanda por el inicio de reformas. Desde que Vizcarra comenzó su mandato, y sobre todo cuando logró debilitar a la mayoría fujimorista en el Congreso, se le ha exigido que adopte medidas de largo plazo.
Sin embargo, el presidente prefiere mantener guardado bajo el colchón la alta popularidad lograda por la lucha anticorrupción en vez de asumir otros retos mayores. En ese sentido, es poco probable que adopte grandes reformas, más aún cuando la capacidad del aparato estatal está muy menoscabada. Un ejemplo es el atraso en la reconstrucción del norte y hasta la solución a problemas puntuales, como el aniego en San Juan de Lurigancho.
Justamente, esa es una de las preocupaciones empresariales. Siete de cada diez ejecutivos perciben que la regulación del actual gobierno –incluyendo el periodo de PPK– es tan dañina como la que se dio durante el mandato de Humala, según el último sondeo SAE de Apoyo Consultoría.
También está la continua preocupación por los proyectos populistas del Congreso. Felizmente, el jueves pasado se logró impedir que reviva –sin ninguna condición– el REJA para los afiliados de las AFP.
Y así se puede seguir elaborando una larga lista de la agenda y de las expectativas que tienen los diversos estamentos de la sociedad.
De pronto, puede ser necesario que el nuevo Gabinete tenga que adelantar la ruta que va a seguir, pues esperar hasta la primera semana de abril para conocer su plan de gobierno que presente al Congreso, quizás resulte tarde para algunos problemas que requieren solución. Salvo que se considere que algunas frases, más de marketing que de acciones concretas, puedan ser eficaces. La situación que se vive indica que no sería el mejor camino.