Invierte.pe: más ruido que nueces
La inversión pública afrontará, en el primer semestre del año, una prueba de fuego, como sucede cada cuatro años cuando asumen su mandato las nuevas autoridades de los gobiernos regionales y municipales. Pero esta vez el impacto puede ser mayor ya que está vigente la legislación que establece la prohibición de la reelección inmediata para gobernadores y alcaldes.
Hasta ahora, las proyecciones de diversas entidades privadas como consultoras y bancos de inversión son a la baja para la inversión pública en el 2019.
La situación es crítica porque en los tres últimos años el proceso de inversión pública sufrió modificaciones tras la desaparición del Sistema Nacional de Inversión Pública (SNIP), que se hizo popular por sus siglas.
El SNIP con los años se convirtió en el ogro tanto de algunos congresistas como ministros y hasta presidentes de la República. Por supuesto entre los críticos no faltaron los gobernadores regionales y alcaldes, ya que se consideraba que se había convertido en un obstáculo para la inversión pública. Durante la campaña electoral pasada se le cuestionó severamente y es así que durante el Gobierno de Pedro Pablo Kuczynski fue reemplazado por un nuevo esquema: Invierte.pe.
Cuando se lanzó a fines del 2016, la apuesta era “pisar el acelerador para ejecutar las obras públicas” y que además tenía entre sus “cualidades” la implementación de las inversiones en un tiempo corto.
Pero la realidad fue otra. Pues desde el comienzo tuvo problemas en su implementación y varios retrasos para poner en marcha los mecanismos que contemplaba el reglamento que se aprobó en el verano del 2017.
Para mala suerte de Invierte.pe coincidió con el desastre ocasionado por el fenómeno de El Niño en marzo del 2017 en el norte.
Ante esas circunstancias se creó la Autoridad de la Reconstrucción con Cambios para manejar más de S/ 25,000 millones en tres años. Monto que por cierto fue considerado por más de un analista como desproporcionado. La historia ya es conocida: resultó ser un fracaso, pese a todos los parches que hubo.
En resumen, los cambios para agilizar la inversión pública introducidos desde el 2016 están lejos de haber conseguido los objetivos para los que fueron creados.
Además, no hay que olvidar que durante el actual Gobierno se realizaron nuevas modificaciones. En conclusión, luego de tres años parece que tropezamos con la misma piedra, como advirtió Alonso Segura en febrero del 2017.
Para más de un especialista y exfuncionarios del MEF todos los cambios han debilitado la fase de los estudios de preinversión y, por lo tanto, aumentado el riesgo de que los proyectos no sean de buena calidad. Si este año Invierte.pe vuelve a mostrar deficiencias tendrá razón Ricardo Lago, quien en febrero del 2017 advirtió que “el Gobierno debió optar por agilizar el SNIP, eliminarlo fue un retroceso”.
Obviamente, el desempeño de la inversión pública también depende de otros factores, pero ya es momento de saber si el nuevo esquema creado a fines del 2016 es eficaz.
En todo caso, ¿cuánto tiempo necesita para que funcione con eficiencia, cuántos proyectos han nacido con Invierte.pe? Esta y otras preguntas debería responder el MEF para evaluar si realmente Invierte.pe funciona o será el nuevo ogro de las autoridades y políticos.