Al día siguiente
Culminó el referéndum con un triunfo del presidente Vizcarra. Pero también con un gran reto: no defraudar la confianza de la ciudadanía que mayoritariamente se pronunció a favor de la reforma judicial, la transparencia del financiamiento de los partidos políticos y la no reelección de los congresistas. Lamentablemente, fue rechazada la propuesta de retorno a la bicameralidad por una artimaña que intentó el fujimorismo y el Apra, así como también es de lamentar que no se haya permitido continuar con la reelección de congresistas a sabiendas que el porcentaje de los que son reelectos es bastante bajo.
Desde hace varias semanas la pregunta que más inquietaba era: ¿Y después del 9 de diciembre qué? El presidente Vizcarra ha ofrecido brindar un mensaje a la Nación esta semana para dar a conocer la ruta que seguirá su administración. A diferencia de su discurso en la CADE de Paracas, esta vez se espera que sea más concreto pues las exigencias de la población aumentarán en busca de soluciones inmediatas, tras el triunfo de las propuestas de reforma del mandatario.
Lo anterior implica atender la agenda que preocupa a la ciudadanía, desde la seguridad ciudadana, pasando por un mayor crecimiento de la economía hasta el nombramiento de funcionarios claves que aún no se designan. ¿Cómo es posible que, desde fines del 2017, el presidente ejecutivo de Servir haya renunciado y aún no haya un reemplazo? Claro que es una responsabilidad compartida con Kuczynski, a cuyo Gobierno también sirvió Vizcarra.
El otro desafío es contar con un Gabinete más homogéneo en sus objetivos y planes de mayor y mejor comunicación así como de audacia para asumir algunas transformaciones que se requieren. Es la misma audacia que tuvo el actual mandatario cuando en julio de este año impulsó la lucha contra la corrupción.
Si el presidente decide guardar su capital político bajo el colchón, entonces el país habrá perdido otra vez una oportunidad para realizar cambios, no solo en la economía, sino también en otros temas cruciales para la vida del país.
Indudablemente, la oposición a Vizcarra en el Congreso no le dará mucha tregua, por lo que se espera que la incertidumbre política se prolongue. Más aún cuando en agrupaciones como Fuerza Popular hay una situación de divisionismo. El riesgo es que la política de enfrentamiento que hasta el momento utiliza Vizcarra –y que le ha dado resultados– ya no tenga el mismo impacto, si no demuestra eficacia en los otros temas de preocupación de la agenda nacional.
Así también se requerirá más que lemas a favor de la lucha anticorrupción, dar el ejemplo con acciones concretas, no solo a nivel del Ejecutivo, sino también en los gobiernos regionales y municipalidades.
Esa lucha debe continuar por parte de la Fiscalía y el Poder Judicial respetando el debido proceso y evitando el histrionismo. En el caso del Ejecutivo, se deberá evitar hechos que dejen la duda sobre el comportamiento de algunos miembros del Gabinete como el actual ministro del Interior.
Esta semana sabremos qué tanto los objetivos de Vizcarra van más allá del resultado del referéndum.