Compás de espera empresarial
Poco a poco la desazón sobre el comportamiento de la economía ha ido ganando espacio en la ciudadanía, y en especial en el sector empresarial. No es que las cifras registren algún tipo de catástrofe, pero sí una decepción sobre lo que el país puede avanzar y no lo hace, en buena parte por el accionar del actual Gobierno y que, por cierto, hereda varios desaciertos de los dos primeros años que estuvieron a cargo de Pedro Pablo Kuczynski.
La última encuesta del IEP muestra que el 61% de los peruanos considera que hay poco a nada de crecimiento económico, lo cual debe ser una señal más de alerta para el presidente Vizcarra, para el Gabinete y, principalmente, para el Ministerio de Economía.
Mientras se espera la respuesta de Uruguay al asilo solicitado por el expresidente Alan García y el debate final sobre las cuatro reformas que se someterán a referendo, este miércoles se inicia la CADE con un nombre, como casi siempre, muy marketero: “Liderazgo empresarial por un Perú moderno”, pero que en más de una oportunidad, al final del evento su impacto se diluye. Esta vez la agenda tiene tres temas claves: la iniciativa de los empresarios para enfrentar la corrupción, los desafíos de la transformación global y los cambios que se requieren para mejorar la competitividad del país.
Hasta el momento, la respuesta del sector empresarial frente a los casos de corrupción no ha tenido la suficiente contundencia que se podía esperar cuando varias de las grandes compañías del país se encuentran implicadas. Es por eso que el compromiso en Paracas , y sobre todo el cumplimiento que se haga, va a ser muy importante. Ya en el pasado se han intentado otras iniciativas como comprometer a cada gremio empresarial en la elaboración de un código de ética. Si bien la mayoría lo hizo, en muchos casos las sanciones por incumplimiento ‘‘no tenían dientes”. Esta es una nueva oportunidad para que los empresarios muestren una actitud acorde con la lucha anticorrupción que se lleva a cabo.
En tanto, las últimas cifras divulgadas por el Banco Central de Reserva sobre la inversión privada revelan una clara desaceleración y, tal como hemos señalado lunes a lunes, las expectativas están centradas en qué hará el Gobierno del presidente Vizcarra luego del 9 de diciembre cuando se lleve a cabo el referendo.
En esa línea, el debate que se pueda generar post -CADE con las propuestas para aumentar la competitividad y productividad del país será un paso adelante para incorporar a la agenda temas trascendentes para el mediano y largo plazo, tan importantes como la lucha anticorrupción y la reforma política.
En los últimos dos meses como más de un empresario y banco han revelado a Gestión, se han enfriado las iniciativas de grandes proyectos de inversión y hay un compás de espera sobre lo que hará el Gobierno tras el referendo. El presidente Vizcarra tiene el capital político para llevar a cabo otras reformas que signifiquen elevar el crecimiento potencial del país, paso fundamental para mejorar el bienestar de los ciudadanos.