Minería pierde brillo por ahora
Las inversiones mineras se despertaron este año, lo que se evidenció con el inicio de la construcción de los proyectos de Quellaveco, Mina Justa, la ampliación de Toromocho y Relaves B 2 en San Rafael. Para el próximo año se espera que al menos dos nuevas iniciativas se sumen: Pampa del Pongo y Corani. Todas ellas significarán más de US$ 11,700 millones.
Sin embargo, en los últimos meses, la producción minera perdió parte del brillo que venía desde el año pasado, al dejar de crecer. Es así que entre enero y agosto registró una caída de 1%, principalmente en la producción de oro y cobre. Además, las proyecciones de los precios de exportación en ambos metales están por debajo de lo que estimaba el Banco Central en junio.
Recién para el próximo año se espera una recuperación. Para este año se proyecta una caída en el cobre de 0.4% y en el oro de 7.3%. En el 2019 se estima un incremento de 6.1% del metal rojo y de 1.1% para el metal precioso, según el Banco Central.
¿Por qué disminuye la producción? En parte, por las menores leyes en algunos yacimientos de cobre –como Cerro Verde– y también por las dificultades en la explotación, como sucede en el tajo Ferrobamba en Las Bambas.
En el caso del oro, se debe a la menor extracción en algunas minas, como a la disminución de las leyes en otras. En los primeros ocho meses del año, de las quince principales auríferas hay diez con caídas en su producción. Además, la producción informal en Madre de Dios tiene una tendencia decreciente por el combate a la producción ilegal.
En esa perspectiva, el mes pasado el Banco Central estimaba que la minería caerá de 1.1% en el 2018, cifra que revertía el optimismo que tenía en junio, cuando proyectaba al menos una modesta alza de 0.5%. En esa misma línea, la semana pasada Macroconsult dio a conocer un descenso de 0.8%.
La actividad del sector fue clave en el 2017 para sostener el crecimiento que dio pie a la recuperación más pronunciada hasta mayo de este año.
Por el lado de las inversiones mineras, se registra de enero a agosto un incremento de 25.2% en comparación con similar periodo del año pasado. Pero hay que tener en cuenta que la inversión en exploración sigue mostrando una tendencia negativa, pues de enero a agosto cae en 7.3%.
Recuperar el paso en la actividad depende de factores externos como internos. En el primer caso, la guerra comercial iniciada por EE.UU. contra China y otros socios comerciales aumentará los riesgos sobre el crecimiento mundial y por consiguiente los precios de los metales básicos caerían aún más si se agravan las tensiones.
A nivel interno, es importante que no se detengan los proyectos iniciados y que no haya tropiezos en los que están por comenzar. Un paso importante, en esa línea es la conformación de la mesa ejecutiva del sector minero-energético, ya que podría actuar tanto en mejorar la competitividad y sostenibilidad del sector como en promover las inversiones de tipo social en las comunidades adyacentes. Más aún cuando en varias zonas mineras habrá desde enero nuevas autoridades ediles y regionales.