Que no solo quede como planes
El discurso presidencial del 28 de julio ha puesto como eje central del debate las reformas judicial y política, sobre todo esta última con el planteamiento de referéndum. Sin embargo, como ya se ha destacado, una de las grandes ausencias fue propuestas para consolidar el crecimiento de la economía. En este mes, el documento que intenta mostrar un marco de las intenciones del Gobierno de Vizcarra en el tema económico es la publicación de la semana pasada sobre los ocho ejes de trabajo para impulsar la competitividad y productividad, elaborado por el Ministerio de Economía.
Así como se espera un gran debate por las reformas judicial y política, claves para dotar de institucionalidad al país, es necesario fomentar una discusión sobre los ejes que plantea el MEF para desarrollar políticas en favor competitividad y productividad. En los últimos meses, en más de una oportunidad, desde diversos sectores de la sociedad se ha planteado un pacto político para que el país sea más competitivo y se eleve la productividad.
Tanto los planteamientos de los diversos economistas en el país, así como un reciente informe del Fondo Monetario Internacional, destacan esta necesidad a lo cual se suman otros funcionarios como el gerente general del BCR, Renzo Rossini, que en la edición de hoy también apunta en esa dirección.
¿Podrán los gremios empresariales concertar una propuesta para lograr un pacto por la competitividad y productividad con las diversas agrupaciones políticas y sectores académicos? La tarea, por cierto, no es fácil dado que se necesita cambios legislativos que en algunos casos son muy sensibles, como el tema laboral. Pero es necesario tomar el toro por las astas y asumir esa cruzada. De lo contrario, las propuestas del MEF nuevamente serán un tema de discusión entre economistas y académicos, sin llegar a calar en la sociedad, en más de un grupo de empresarios –que aún son mercantilistas– y en los partidos políticos. Es clave evangelizar con ambos temas, pues de lo contrario el documento del MEF será uno más, como ya ha sucedido en anteriores gobiernos.
Además, se requiere darle mayor fuerza al Consejo Nacional de Competitividad y Formalización. Que no se quede como una figura decorativa al interior del Ministerio de Economía y termine como Ceplan o recopilando la normativa, sin tener claro si esta, por más buena que sea en el papel, se está aplicando.
El otro gran paso que se requiere es que el ministro de Economía, Carlos Oliva, encabece la cruzada desde el Ejecutivo hacia los gobiernos regionales, municipales y con las bancadas de los congresistas. Los ocho ejes requieren tener un perfil más alto en la agenda del país y esa es una tarea que Oliva debe asumir. Como también debe asumir en que cada uno de los ejes tengan una ruta crítica para que aterricen en propuestas y no solo se queden en objetivos.
Por ejemplo, tanto se habla de brecha de infraestructura que el plan de competitividad puede ser el inicio de que no se aprueben proyectos de inversión que no estén alineados con un plan nacional.
Esta vez, ¿pasaremos de los planes a los hechos?