Servir: el patito feo
Uno de los problemas cruciales en el Estado es el manejo del aparato público. Es común cuestionar los casos de idoneidad del personal que trabaja en la administración estatal, pero poco se hace por apuntalar una reforma que se inició años atrás.
Actualmente, hay 313 entidades que han decidido voluntariamente comenzar el proceso de tránsito para la contratación a través del régimen de servicio civil, que está a cargo de Servir. Cuarenta de ellas cuentan con una resolución de inicio, aunque todavía en ningún caso ha comenzado el concurso de méritos. Este último paso es importante porque así las entidades involucradas estarían impedidas de contratar bajo el régimen CAS.
Juan Carlos Cortés, presidente de Servir, ha señalado que todavía sigue siendo usual en el Estado la contratación sin ninguna planificación. No solo eso, sino que a pesar de que hace dos años se dijo que se iba a poner fin a los contratos CAS, estos continúan.
Indudablemente que esta reforma requiere de recursos para llevar a cabo el concurso, pero hay etapas previas que más que recursos demandan voluntad política tanto a nivel de ministerios, gobiernos regionales y municipalidades. Por ejemplo, ya hay 40 entidades involucradas en el proceso de Servir que han podido identificar con mayor claridad su estructura de organización, contando con un mapa de perfiles y, por lo tanto, en más de un caso han descubierto superposición de puestos en la planilla o en áreas donde ya no se requiere personal. En las otras 273 entidades ese proceso está todavía por hacerse, pues no solo se trata de evaluar la necesidad del personal CAS sino también que en buena parte de las entidades públicas se superponen casos con el régimen de locación de servicios. Es decir, se requiere el diagnóstico de los sistemas administrativos a fin de establecer una línea de base y a partir de allí definir de mejor manera las capacidades ausentes y las capacitaciones que se requieran.
Este proceso necesario obliga a que el Gobierno se compre esta tarea, considerando que uno de los objetivos de la actual presidencia del Consejo de Ministros es un Estado al servicio del ciudadano. En el primer año del Gobierno de Pedro Pablo Kuczynski más de un decreto legislativo está abocado a ese propósito y recientemente se ha puesto en marcha el proceso para evaluar la calidad de la normativa del Estado, lo cual debe apoyarse. Y mucho mejor sería si es que también la administración de PPK impulsa que las 273 entidades que aún no han realizado el diagnóstico de su institución culminen esa tarea.
El proceso requiere apoyar el esfuerzo de Servir. Durante la segunda vuelta, tanto Fuerza Popular como Peruanos Por el Kambio mencionaron la necesidad de ajustes y hasta en su momento se señaló que debía ser más flexible. Más allá de aquellos comentarios, -y reconociendo que el proceso está sujeto a mejoras- el tema aún no forma parte de la agenda, pese a que todos los días hay cuestionamientos a la administración del Estado. Por ejemplo, Servir puede tener un rol importante en la negociación colectiva del sector público que ha establecido el Tribunal Constitucional.
Es momento de que se retome el esfuerzo de avanzar en la reforma de la administración pública para que deje ser el patito feo.