Abriendo camino a la simplificación y calidad
“Importa recuperar el dinamismo del crecimiento, pero también poner al Estado al servicio del ciudadano”.
Hace cerca de un año, el presidente del Consejo de Ministros, Fernando Zavala, dijo en Gestión que uno de sus objetivos era poner al Estado al servicio del ciudadano. Algunos de los decretos legislativos aprobados a inicios de año apuntaron a esa meta, y recientemente se ha continuado con este propósito.
Cierto es que el Gobierno ha hecho poco seguimiento de la aplicación de las normas aprobadas en ese sentido; pero aun así se mantiene la inquietud por aquel objetivo que en agosto del año pasado puso en su plan de trabajo.
Por ejemplo, el fin de semana, el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), del que ahora también es titular Zavala, ha modificado su Texto único de Procedimientos Administrativos (TUPA) para facilitar el acceso a la información pública, con un formulario que será suministrado de manera virtual en la página web del MEF. Incluso, el usuario podrá efectuar el pago de la reproducción de la información requerida en la oficina del Banco de la Nación de su localidad de residencia.
Este paso debería ser replicado en otras entidades del Estado, principalmente a nivel de los gobiernos regionales y municipalidades.
Pero no es el único dado en esa línea, pues una reciente norma aprobada el mes pasado permitirá realizar un análisis de la calidad regulatoria de cerca de 4,000 trámites en 94 entidades del Poder Ejecutivo. Para fines de setiembre se espera contar con los primeros resultados. Si eso se lograra, la actual administración Kuczynski se anotaría un logro en momentos de alicaídos resultados.
El proceso implica revisar todos los procesos administrativos y aquellos requisitos que no cumplan un marco legal serán derogados. La meta es exigente, pero necesaria ya que siempre se cuestiona lo poco que se hace desde el Estado por combatir la tramitomanía.
Esta es una oportunidad que el Ejecutivo no puede desperdiciar. Y ya que la Presidencia del Consejo de Ministros será una de las primeras entidades en someterse al análisis de calidad regulatoria, podrá convertirse en una señal de que si hay voluntad política se puede facilitar la vida de los ciudadanos y las empresas en sus trámites diarios con el Estado.
Asimismo, Indecopi, con las mayores facultades que ahora cuenta, ha puesto mayor ahínco en eliminar las barreras burocráticas, que solo el año pasado significaron un ahorro de S/ 278 millones. Hay que tener en cuenta además que varias de esas barreras terminan favoreciendo a algunas empresas en detrimento de otras.
Indudablemente, falta todavía por recorrer un largo camino. A nivel de los trámites para empresas hay que considerar la mejora en los procesos en el mecanismo de las llamadas ventanillas únicas, que más de una entidad pública ha puesto en marcha. Sus resultados todavía están lejos de satisfacer las expectativas, salvo excepciones como las del Servicio Nacional de Certificación Ambiental para las Inversiones Sostenibles (Senace).
Importa recuperar el dinamismo del crecimiento, pero también poner al Estado al servicio del ciudadano.