¿Es útil el Acuerdo Nacional?
El Acuerdo Nacional nació como un foro durante el gobierno de Toledo, y desde entonces se ha convertido en una entidad a la cual los gobiernos recurren en momentos difíciles, aunque los consensos que se dan solo quedan en el papel, pues después de cada cita, el Gobierno de turno, cada una de las fuerzas políticas y la sociedad civil toman su propio camino.
Si se revisan las 34 políticas de Estado que el Acuerdo Nacional se ha fijado, se puede observar que en ninguna de ellas figura explícitamente la necesidad de impulsar consensos para el desarrollo de políticas públicas que permitan la explotación sostenible de los recursos naturales que tiene el país como la minería y los hidrocarburos. Más aún siendo actividades que generan riqueza, pero a su vez enfrentan conflictos sociales. Es indudable que el fin de la Constitución es la persona, pero para que se desarrolle necesita de una economía que genere riqueza.
La extracción de recursos naturales es un punto en el cual hay opiniones diversas en el país, unas a favor y otras en contra. Aunque estas últimas muchas veces se camuflan fijando una serie de requisitos que hacen inviable cualquier proyecto de inversión. Hoy el país cuenta con un Fondo de Estabilización Fiscal que es un ahorro generado en parte por los impuestos pagados por actividades como la minería y que sostienen buena parte del crecimiento económico que gozamos.
Justamente por ese hecho el Acuerdo Nacional debe asumir ese reto, sobre todo ahora que se ha creado un viceministerio en la Presidencia del Consejo de Ministros que abordará el tema de los conflictos y la demarcación territorial.
Pero más allá del desarrollo de las actividades extractivas, el Acuerdo Nacional debe establecer algunas medidas de acción que permitan que ese derrotero que se ha fijado tenga fuerza. Hasta el momento, hay una labor de seguimiento, pero ya no es suficiente. Los acontecimientos por los que hoy atraviesa el país hacen necesario que se transforme en algo más que una reunión protocolar, cada vez que un gobierno tiene problemas o busca darse un balón de oxígeno.
Esta semana el presidente del Consejo de Ministros, Fernando Zavala, ha anunciado una nueva reunión del Acuerdo Nacional, en momentos que el país sufre el impacto de El Niño costero.
Las políticas 32, 33 y 34 fijadas abordan la gestión del riesgo de desastres, la política de Estado sobre recursos hídricos y el ordenamiento y gestión territorial. Sin embargo, en la práctica las medidas adoptadas al amparo de estas políticas de Estado del Acuerdo Nacional son letra muerta, tal como queda demostrado con los desbordes de los ríos y la falta de autoridad que prevalezca para que no se construyan viviendas en los cauces de los mismos.
Las fuerzas vivas que conforman el Acuerdo Nacional tienen una oportunidad para un cambio de rumbo de un foro que es necesario, siempre y cuando opere.