Un país bajo dos miradas
La semana que empieza el gobierno de Pedro Pablo Kuczynski y en particular el gabinete que preside Fernando Zavala enfrenta una de sus mayores pruebas de fuego con la interpelación al ministro de Educación,
Jaime Saavedra.
Mientras tanto, las expectativas de la ciudadanía se comienzan a diluir, lo cual se refleja en las encuestas que registran un descenso de la popularidad presidencial y una bajísima calificación de la labor de los ministros, tal como indica Pulso Perú.
Estos resultados deben generar una reflexión. No tanto porque el Gobierno siga a pie juntillas lo que muestran los sondeos de opinión, sino porque es claro que si la imagen del presidente se deteriora, su mandato se verá envuelto en problemas, ya que la bancada con que cuenta en el Congreso es muy débil y poco cohesionada, en tanto que el partido oficialista en la práctica no existe.
Pero la percepción de mayor pesimismo de la ciudadanía no es compartida por los empresarios que en la última reunión de CADE en Paracas brindan una aprobación de 89% a PPK e, inclusive, es mayor para
Fernando Zavala.
Estos resultados, si bien son un respaldo claro del sector empresarial, no deben minimizar en el Ejecutivo la mirada de la calle que no necesariamente comulga con la que dieron los ejecutivos en Paracas.
Por ejemplo, mientras al ministro de Educación la población considera que tiene una nota de 11.1 por su labor, para el 52% de los asistentes a la CADE la educación ha progresado en los 12 últimos meses. Aunque un nada desdeñable 42% considera que está igual. La interpelación pondrá a prueba la capacidad del ministro Saavedra sobre el avance de sus reformas y qué tanto el fujimorimo y el Apra están dispuestos a poner contra las cuerdas al Gobierno.
Y es que un factor importante que se encuentra detrás del actual debate está vinculado a la falta de instituciones adecuadas en el país. La encuesta de Ipsos en Paracas revela que para los ejecutivos mejorar la posición en el ranking de lucha contra la corrupción es un indicador clave para el desarrollo institucional en nuestro país. Por ahora, este deseo todavía está lejos de cumplirse lamentablemente.
Sin embargo, en el corto plazo, léase en el 2017, la preocupación de la población está centrada en buena parte en la reactivación de la economía, propósito que también comparte el 68% de los empresarios encuestados en el evento de la CADE.
Por eso la administración de PPK tiene que priorizar las acciones que llevará a cabo el próximo año, ya que a cuatro meses de asumir PPK su mandato no quedan dudas de que la luna de miel se terminó y el humor que exhibió en un inicio ha dejado de tener efecto favorable para su gobierno.
El sentido de la urgencia que reclamaba semanas atrás Roberto Abusada todavía no ha calado lo suficiente en el Ejecutivo. Cuanto más se demore este, los problemas se multiplicarán y se podrán agravar si el Ejecutivo por un lado y Fuerza Popular y el Apra por otro ingresan a un curso de colisión.